Más de 4.000 personas, según cifras todavía extraoficiales, se fueron arremolinando desde las once de la mañana en la Plaza de San Juan de Dios, ante el Ayuntamiento de Cádiz, para dar la bienvenida a Sus Majestades de Oriente. Y a ser posible, para ver de cerca, saludar, tocar y hacerse un selfie con Melchor, que en esta ocasión resultó ser el más popular que nunca entre los tres magos.

La comitiva real comenzó a llega a la Plaza de San Juan de Dios en torno a las 14:20, poco después de que se sustituyesen las banderas por otras sin estrenar, detalle que fue muy aplaudido. Abrían la comitiva la Estrella de Oriente y sus dos ayudantes. La Estela Real se volcó cariñosamente con el público, sobre todo con los más pequeños, y no dejó de retratarse con todo aquel que se lo pedía.

Detrás de Gaspar y escoltado por sus pajes, pero también por dos agentes de la Policía Nacional, llegaba el más esperado de los tres reyes. Melchor se mostró muy cercano y procuró estrechar todas y cada una de las manos y brazos que le tendían niños y mayores al grito de "¡Melchor, Melchor!". Aunque en esta ocasión fueron los más talluditos, en especial las más talluditas, las más ilusionadas con la presencia del Rey Mago, en este caso llegado de la bonita tierra de La Florida. La gente literalmente se lo comía a besos y a golpe de selfies, claro está. Dentro del Ayuntamiento ya le esperaban para el recibimiento oficial el alcalde, José María González 'Kichi' y todo un séquito de concejales. Foto oficial, nada de declaraciones y al balcón de la Casa Consistorial, a presentarse ante el pueblo de Cádiz.

"Hemos venido desde muy lejos, desde Oriente, guiados por esta Estrella, que nos ha guiado de maravilla", dijo Melchor desde el balcón del Ayuntamiento a un público entregado. "Venimos con toda la ilusión a esta ciudad bendita de Cádiz para traerles los regalos a todos los niños y niñas de esta ciudad. A todos los que se hayan portado bien... y si hay alguno que haya hecho alguna cosita que no esté bien del todo, tampoco pasa nada... Somos muy permisivos", añadió. "Tenemos mucha ilusión de llegar a sus casas esta noche, después de la cabalgata, que espero que la disfruten mucho. Muchas gracias por el recibimiento, que esto sí que es un regalo espectacular", concluyó levantando un gran aplauso y ensordecedora ovación.

Luego tomaron la palabra Gaspar y Baltasar, quien se fue de la lengua avanzando que tenían toda una nave de juguetes para repartir esta noche. "Jamás imaginamos que íbamos a recibir tanto amor y tanto cariño de la ciudad de Cádiz", dijo. "¡Y viva Cádiz!", gritó la Estrella de Oriente, quien se arrancó con el estribillo de Cai, junto a un Melchor que le acompañó en un susurro bajo las barbas... como si le resultase especialmente familiar esa copla... La gente la hizo suya -es suya desde hace mucho tiempo- y la cantó hasta romper en otro gran aplauso.

Gaspar y Baltasar propusieron un homenaje al desgraciadamente desaparecido Manolo Santander. Y toda Cádiz se fundió con ese himno extraoficial de la ciudad y de su club de fútbol que es "Me han dicho que el amarillo..." Lluvia de caramelos, extásis de alegría entre los más pequeños y últimos intentos por ver a Melchor salir de la Casa Consistorial rumbo al almuerzo y a la cabalgata...