Cádiz

El Ayuntamiento insta a Costas a que los nuevos bloques no se vean

  • Reclama que se recoloquen para que no tengan impacto visual y advierte que lo realizado no era lo que estaba previsto La Junta planteará la imposición de "medidas correctivas"

Los bloques de hormigón que la Dirección General de Costas está instalando desde hace unos días a lo largo del borde marítimo entre el baluarte de la Candelaria y el Hotel Atlántico, a fin de proteger la muralla de la erosión marina, no quedan ocultos bajo al mar y, por contra, sí son claramente visibles hasta el punto que tapar parte de la histórica muralla. El pasado mes de abril, cuando se anunciaron estos trabajos, el responsable de la Demarcación de Costas, Patricio Poullet, afirmó a este diario que los bloques de protección iban a estar sumergidos, por lo que no habría impacto estético alguno.

Que finalmente los nuevos bloques sean claramente visibles ha provocado quejas ciudadanas y la actuación del Ayuntamiento. A requerimiento de este diario el equipo de gobierno anunció en la tarde de ayer que "vamos a instar al Ministerio de Medio Ambiente a que busque la solución para recolocar los bloques de manera que sigan realizando la función de protección que tienen sin que tenga este impacto visual".

Destaca el gobierno local que la información previa que tenían sobre la obra era que "se iban a colocar unos bloques que no sobrepasarían la altura de la zapata de protección. Técnicamente era la solución para preservar un BIC como la muralla y en este tipo de cuestiones no se puede dudar de la decisión técnica, y una nueva rotura o un deterioro mayor de la muralla sería responsabilidad de los que no aprobaron dar solución al problema".

En todo caso, se reconoce desde el Ayuntamiento que "aún así, no teníamos la imagen final de cómo quedaría, y estamos en desacuerdo de la imagen de cómo se está colocando, porque es evidente que no es la imagen de la muralla que se debe preservar".

La operación iniciada hace apenas unos días incluye, inicialmente, la instalación de 200 bloques de hormigón con un peso cada uno de 12 toneladas, a instalar a lo largo de 200 metros lineales. La zona afectada ha estado protegida, desde hace cerca de tres siglos, apenas por una zapata. En la década de los cincuenta del pasado siglo se instalaron unos bloques similares en el Campo del Sur, una zona más afectada por los temporales.

Las obras emprendidas por Costas fueron declaradas de urgencia por el Consejo de Ministros el pasado 12 de junio. Esta circunstancia supone que no necesite la autorización de la Comisión Provincial de Patrimonio, aún tratándose de un Bien de Interés Oficial. En todo caso, este organismo sí analizó el documento del proyecto y, tras considerar sus técnicos que las obras podían considerarse de urgencia, decidió fijar una serie de "medidas correctivas" en la obra a ejecutar. En todo caso, la Junta no informó del carácter de estas medidas ya que "antes deben ser conocidas por la administración afectada", a la que ayer aún no se las habían remitido.

La Delegación Provincial de Cultura especificó que en este tipo de operaciones "las competencias de la Junta son a posteriori", por lo que se adoptan con buena parte de las obras ya en marcha.

En cuanto a la Demarcación de Costas, este departamento no atendió a los requerimientos de este periódico sobre la forma en la que se estaban instalando los bloques. Desde el Colegio de Arquitectos optó por conocer con mayor amplitud el proyecto antes de pronunciarse sobre el mismo.

La Asociación de Vecinos Cádiz Centro y la Asociación Gaditana para el Estudio y Defensa de la Naturaleza AGADEN, se unieron ayer a los colectivos que habían rechazado el trabajo que está realizando Cortas. Ambos colectivos recuerdan que "nos pusimos en contacto hace un mes con la Demarcación de Costas, solicitando por escrito una reunión en la que los responsables del proyecto explicaran los detalles técnicos del mismo".

Destacan que, "posteriormente la Demarcación de Costas a través de su responsable Gregorio Gómez Pina se puso en contacto con las dos asociaciones y nos aseguró que habría una reunión en la que se darían todos los detalles del proyecto, sin que hasta la fecha dicha reunión se haya producido. Lo que sí aseguró Gómez Pina es que las obras contaban con todos los permisos y tramites legales correspondientes, entre ellos el de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía".

Ante esta respuesta, los dos colectivos no entienden " como Cultura ha podido dar su aprobación a una actuación que provoca un impacto visual, paisajístico y estético severos, afectando a un elemento catalogado y protegido como es la muralla del siglo XVIII. Por otra parte la actuación que se esta llevando a cabo no concuerda con las informaciones de la prensa local en las que se aseguraba que los bloques que se proyectaba colocar no tendrían impacto visual alguno al quedar situados bajo el nivel del agua".

Tramos de la muralla en el Campo del Sur se encuentran muy dañados, a pesar de la existencia de los bloques, como denunció este diario el domingo.

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