Cádiz

Armada: Así hizo historia el 'Elcano' en el peligroso Cabo de Hornos

El buque escuela 'Juan Sebastián de Elcano' por el Cabo de Hornos

Cabo de Hornos, el punto más austral de Sudamérica, el paso entre los océanos Atlántico y Pacífico, es uno de los lugares más complicados de navegar del mundo. Así lo atestiguan los casi 800 naufragios reportados desde el siglo XVI en esas aguas, y a día de hoy, continúa siéndolo. "Es una zona peligrosa porque se pueden apreciar unos cambios de tiempo muy bruscos y violentos, llegando a tener un tranquilo día de navegación y al momento siguiente levantarse más de 50 nudos de viento, mar de 7 metros, una ventisca de nieve y se cierre la visibilidad. Esto en una horquilla temporal de minutos", explican desde el Juan Sebastián de Elcano, que hace pocos días ha hecho historia en este emblemático lugar, cruzándolo por primera vez a vela.

Cuando su comandante, el capitán de navío Manuel García, se dirigió a la dotación - con un 70 por ciento de la provincia gaditana- nada más cruzarlo, justo al sur del Cabo, hubo un estallido de alegría. No era para menos. "Fue tan intensa la tarea de preparación y tan bien ejecutada la labor del cruce, que tras la alocución del comandante, hubo un sonoro aplauso. Era una manera de liberar la tensión acumulada días atrás, y era un momento de celebración por todos aquellos que lo intentaron y no lo lograron, por todos aquellos que nos seguían cada minuto desde casa y por todos aquellos que, ofreciendo el sacrificio mayor de sus propias vidas, perecieron bajo esas aguas en el intento", apunta recordando el instante a Diario de Cádiz el oficial Carlos Ameyugo Fernández del Campo.

Y es que este hito no se ha conseguido por casualidad. "Ha sido una labor de estudio y preparación muy exhaustiva, en la que no se ha dejado ningún fleco suelto y nada a la improvisación, y en la que estaban previstas todas las posibilidades ".

Nadie de la dotación era indiferente a ello y, "aunque con mucha ilusión contenida, éramos conscientes de que debíamos priorizar la seguridad del personal de la dotación y la seguridad del buque", aclara. Así que, "con nuestros cálculos, se aseguró todo lo anterior y procedimos hacia el sur para, por primera vez en los 95 años de historia del buque, y por primera vez desde hace más de un siglo en la Armada, cruzar a vela el Cabo de Hornos". Se consiguió con una intensa tarea de preparación y "bien ejecutada la labor" en el cruce.

Décimosexta vuelta al Sudámerica

El 'Elcano' está realizando su decimosexta vuelta a Sudamérica, por lo que solamente en ese número de ocasiones, desde aquel lejano 1928 en el que el buque escuela entró en servicio para la Armada, o en alguna vuelta al mundo se ha podido plantear este cruce del Cabo de Hornos, explica el oficial. "Pero no sólo era necesario el hecho de estar cerca de este punto tan austral; si no que tenían que darse las condiciones meteorológicas y la circunstancia de tener tiempo "de sobra" para, antes de poner proa a nuestro siguiente puerto, poder alcanzar esa latitud tan sur y efectuar el cruce".

Por eso, se realizó el crucial estudio meteorológico, llevado a cabo por la dotación del buque, para poder asegurar una ventana horaria en la que el buque pudiera navegar esas aguas con seguridad.

Y también se tuvo en cuenta, los compromisos en la siguiente escala en El Callao (Perú) - donde llegan el día 15-, para "que nuestro día de llegada nos permitiera tener ese margen de velocidad y tiempo para poder, antes de poner rumbo norte desde los canales patagónicos, alcanzar la latitud 56º 00.336' S y efectuar el ya famoso cruce de Hornos".

Muy orgullosos

El Juan Sebastián de Elcano cruza el Cabo de Hornos a vela. El Juan Sebastián de Elcano cruza el Cabo de Hornos a vela.

El Juan Sebastián de Elcano cruza el Cabo de Hornos a vela. / Armada Española

"Nos sentimos orgullosos por ver materializado este hecho que con tanto esmero preparó la dotación. Porque fue gracias a ella, a la dotación del buque escuela en su XCV Crucero de Instrucción, que se pudo cruzar el Cabo de Hornos. Gracias a su buen hacer, a su preparación e instrucción, a su perfecta ejecución y a la ilusión con la que se hizo todo lo anterior; que el velero pudiera navegar esas aguas tan australes", resaltan desde el buque.

Pero además, no hay que olvidar que a bordo están los futuros oficiales de la Armada de las promociones 425 del Cuerpo General y 155 de Infantería de Marina. "Estos guardiamarinas recibieron una lección magistral al poder observar cómo trabajaba la dotación perfectamente engranada, como si de una sola persona de tratase. El hacer equipo y el liderazgo que pudieron apreciar es la mejor escuela que han podido tener", añaden.

Y no fueron meros observadores, "sino que participaron activamente de la toma de decisiones, de las recomendaciones al comandante y oficiales y de la posterior ejecución laboreando las diferentes maniobras de las velas del buque. Son parte fundamental, necesaria y protagonista de este acontecimiento".

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