El tenis

Sería bueno un acuerdo porque se trata de una institución que cumplió cien años en 2011

Hace unos días, en estas mismas páginas, Melchor Mateo nos informaba que el Ayuntamiento de la ciudad había enviado un requerimiento al Real Tenis Club de Cádiz en el que le reclaman el pago de la renta por su ocupación del espacio, desde el año 2015, y que asciende, según estima el gobierno local, a una importante cantidad de mas más de 100.000 euros, y se le conmina a entregar las llaves de las instalaciones en el plazo de diez días. En la actualidad, el Tenis no cuenta más que con 70 socios y hay problemas legales, porque en el contrato de 2005 no se habla de una prórroga y si ahora hubiera que convocar un proceso de licitación para la explotación de las instalaciones, la sociedad deportiva actual no podría concurrir más que pagando su deuda.

Es evidente que el Ayuntamiento no ha cumplido con sus obligaciones, dejando sin reclamar el pago los últimos siete años. También hay un incumplimiento del Real Club, pero por la concurrencia de culpa no puede castigarse tan solo a una de las partes. La delegación de Patrimonio envió una carta por la que pedía la entrega de las llaves en el plazo de diez días. Poco antes de la expiración del anterior contrato, Manuel Cotorruelo, a la sazón presidente del club, se dirigió en varias ocasiones al Ayuntamiento en solicitud de un nuevo contrato, que no obtuvo ninguna respuesta. Están a la búsqueda de un acuerdo y sería bueno que se consiguiera, porque se trata de una institución que cumplió cien años en 2011.

En los años de la posguerra era el lugar de esparcimiento de niños y niñas y también de deportistas que disfrutaban de la práctica del tenis. Los padres mandaban a sus instalaciones a sus hijos y allí estaba la familia de Pepe Marquéz y un encargado que era Pepe Diana. Además, prestaban servicio los "recoge pelotas" y la vida social del Club se animaba en verano, sobre todo en el mes de agosto. De los sevillanos habría que destacar a la familia Isern, encabezada por Pepín y su esposa Isabel Coto. De los locales y por citar a alguno, Pepe Herrero, del cuerpo médico de la Armada y Kiriki Movellán. De las damas destacar a mi tía María África García de Sola que en su estancia en Argentina había logrado grandes triunfos, hasta que resultó herida en la Explosión de Cádiz. Mi madre Pilar hubo un verano que ganó todas las pruebas femeninas de singles, dobles y mixtos. Fue también un centro social de importancia dónde las jóvenes gaditanas se ponían de largo. El Ayuntamiento le ha dado al Club un "set ball" (bola de set) pero como bien saben los practicantes de este deporte lo definitivo es el "set match ball" (bola de partido).

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