CONTINUAMOS hoy con nuestro recorrido por la bella región italiana de la Toscana, dirigiéndonos hacia el sur de la misma, concretamente a Montepulciano, famosa por sus vinos, recorriendo sus calles repletas de construcciones medievales y renacentistas. Continuamos la ruta, siempre acompañados por bellísimos paisajes hacia Cortona, antigua urbe fundada por los etruscos tan presentes en la historia de esta tierra. Al día siguiente hicimos una incursión en la Umbría visitando Asís, la patria de San Francisco con la Basílica donde se encuentra su tumba. Era la segunda vez que veníamos. Esta preciosa ciudad medieval se encontraba repleta de peregrinos, a los que nos sumamos los ateneistas. Perugia, la capital de la región fue la siguiente parada admirando sus innumerables encantos. La jornada quinta del viaje la ocupamos con tres poblaciones: San Gimignano, llamada "la Maniatan medieval" por sus muchas torres, Volterra, conocida por sus alabastros; y Pisa -de nuevo ella-, con su admirable Campo de los Milagros (el Duomo, el Baptisterio, el Cementerio y el mundialmente famoso Campanile o Torre inclinada).

El sexto día fue dedicado íntegramente a Florencia la capital que ya habíamos visitado en otras ocasiones, deslumbrándonos de nuevo la hermosura y grandeza de la ciudad de los Médicis y del Renacimiento. Poco tiempo una jornada para disfrutar de tanta belleza, pero ... bueno, vimos lo que pudimos: la Plaza del Duomo, con el Baptisterio y el Campanile, la Iglesia de Santa Cruz, convertida en panteón de hombres ilustres, la Plaza de la Signora, el Ponte Vecchio, el barrio de San Marco, otros templos y un largo etcétera. El siguiente día estuvo marcado por la excursión interesantísima a una de las zonas más espectaculares de la Riviera italiana. Le Cinque Terre con poblaciones de difícil acceso que contemplamos desde el mar. Almorzamos en Vernazza con su consabida pasta, pero también -¡y aquí la sorpresa!- con calamares y langostinos fritos, que nos evocaron a nuestro Cádiz. Al final del día recorrimos la espléndida ciudad de Lucca, la patria del famoso compositor Puccini. La última jornada de este muy atractivo viaje la invertimos en el regreso desde Milán a Jerez vía Madrid. En fin, una experiencia maravillosa y un recuerdo imborrable de la hermosa Toscana.