Yo te digo mi verdad

Morales subrogadas

Queremos ignorar cuánto puede haber de necesidad en el pago que se le da a una joven por donar óvulos

En cuestión de moralidad están al menos dos clases de códigos, los que nos enseñaron cuando éramos esponjas multi absorbentes, y los que descubrimos y aprendemos por nuestro propio interés y resolviendo nuestras dudas y conflictos. Solemos presumir de los primeros como si fueran nuestros, y ahí soltamos a las primeras de cambio y con ánimo combativo: "Así me lo inculcaron mis padres", cuando en realidad estamos despreciando la violencia no necesariamente física de esas lecciones, a esa edad en la que los adultos se emplean pedagógicamente contra la irracionalidad de nuestros deseos infantiles. Esas enseñanzas al alimón de padres y sistema educativo aceptado por ellos permanecen siempre, bien para seguirlas, bien para rebelarnos destructivamente contra ellas.

En cuanto a los segundos, tendemos a sentirnos orgullosos de ellos porque los consideramos hijos de nuestra inteligencia y criterio vital. "A mis años, ya he aprendido que…" es la frase introductoria a ese tipo de argumentos, que dejamos caer en la conversación cuando queremos dotarles de autoridad. Como dependen de nuestra trayectoria, estos son más sensibles a los cambios, y es extraño que no los experimenten. Es hasta saludable siempre que no nos convirtamos en veletas por reiteración de vaivenes.

Pero ninguno de estos códigos te garantiza la seguridad ante lo cambiante de los tiempos y la aparición de nuevos desafíos morales. De modo que, a veces, muchas o pocas, uno no consigue salir de la duda, por lo cual no sabe si apoyar o criticar determinadas decisiones como la llamada gestación subrogada, por no querer decir vientre de alquiler o, lo más apropiado para mí, que sería 'adopción prepactada o en diferido'. Una famosa en la portada de una revista de famosos ha tenido la capacidad de abrir el debate nacional sobre esto.

Hay tantos elementos criticables como debatibles en el caso. La cosa es tan confusa que llegamos a aceptar de manera generalizada este tipo de gestación si se produce "de manera altruista", es decir entre amigas o familiares sin contraprestación económica, y condenamos claramente si lo que se produce es una 'compra'. Queremos ignorar sin embargo cuánto puede haber de necesidad en el pago que se le da a una joven por donar óvulos, algo perfectamente legal, o cómo, a fin de cuentas, sólo algunas mujeres pueden permitirse un tratamiento de fertilidad. En fin, que el debate es bienvenido, pero no las lecciones.

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