Sucesos

Un caso de violencia de género acaba con el supuesto agresor ahorcado

  • El hombre, de 46 años, huye pero regresa a la vivienda situada en Conil y se quita la vida.

La tragedia sacudió la noche del viernes la zona rural del pueblo gaditano de Conil, donde un hombre de 46 años se ahorcó en las rejas de su propio domicilio, en una zona cercana a la Casa Postas que se sitúa en la antigua N-340, después supuestamente de agredir a su pareja y a la hija mayor de esta.

Los hechos sucedieron a última hora de la tarde. La Guardia Civil recibió aviso de un supuesto caso de violencia de género y acudió a prestar ayuda a una mujer y a su hija. La señora, supuestamente, habría sido agredida por su actual pareja, y su hija, en su intento por defenderla, también había resultado herida. Esta mujer enviudó hace años de su anterior marido, con quien tuvo tres hijos, y posteriormente inició una relación con este hombre, con el que ha tenido otros dos niños.

Después de la supuesta agresión, la mujer fue atendida en un centro médico y posteriormente se desplazó hasta el cuartel de la Guardia Civil para declarar y denunciar lo sucedido. Tras finalizar, agentes de la Benemérita, siguiendo el protocolo, decidieron acompañar a la madre y a su hija adolescente hasta su casa, en las afueras del pueblo, dispuestos a protegerlas de su pareja si fuera necesario. Además, los agentes comprobaron que este hombre era el titular de seis escopetas de caza, por lo que extremaron las precauciones, puesto que el hombre abandonó la vivienda familiar tras la discusión dejando a los niños pequeños al cuidado de sus abuelos.

Al llegar a la zona los agentes comprobaron que los niños estaban bien, pero no había ni rastro de la pareja de la agredida. Sin embargo, al salir de la casa y rastrear la zona uno de los niños pequeños vio una sombra y comenzó a gritar, alertando a uno de los agentes. Cuando estos iluminaron la pared se encontraron con la dantesca escena: el hombre sin vida colgado en las rejas de su propia vivienda.

Los agentes introdujeron rápidamente a todos los miembros de la familia en el domicilio y dieron aviso a los asuntos sociales, para que médicos y psicólogos acudieran a atender sobre todo a los niños, que quedaron traumatizados y en un gran estado de ansiedad después de asistir a la tragedia.

Según pudo saber este medio, no había denuncias previas por agresiones de ningún tipo entre la pareja. Los investigadores que se han hecho cargo del caso tratan de averiguar lo que pasó exactamente la tarde del viernes para que este hombre, cabeza de una familia que necesitaba sus ingresos para subsistir, se quitara la vida de una forma tan radical.

Teniendo en cuenta el grado de desesperación y de turbación al que debe estar sometido alguien para quitarse la vida, algunos vecinos del pueblo explicaban ayer que podría haber ocurrido una tragedia, sobre todo si en la casa, como todo hace suponer, había armas de fuego.

El Centro de la Mujer del Ayuntamiento de Conil ya estaba ayer iniciando los trámites para ayudar en todo lo que fuera necesario a esta familia, que ha quedado completamente traumatizada después del suceso y que, además, queda ahora en una situación económica complicada.

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