PROBLEMAS por Sierra, Mar y Aire. Al PSOE de la provincia le crecen los enanos y cualquier asunto se convierte ya en un motivo para el debate. Y me temo que será así hasta que no se cierren las listas de las municipales y se imponga el habitual cierre de filas, valga la redundancia. El último ejemplo lo hemos visto en Villamartín con el proyecto de José Manuel Pascual para crear una escuela de Enfermería, que ha rechazado la Universidad de Cádiz, primero en su consejo de gobierno y luego en el social. Este asunto ha vuelto a poner de manifiesto la profunda división que existe en el socialismo gaditano, con diferentes sensibilidades que en estos momentos están a flor de piel. Sin entrar a valorar el fondo de la cuestión, no es de recibo que el PSOE tenga diferentes voces sobre una misma mesa a la hora de decidir si algo es bueno o malo, en este caso para la Sierra de Cádiz. El trasfondo de esa disparidad de criterios está en el enfrentamiento que algunas facciones del partido mantienen desde hace meses contra la actual dirección provincial de González Cabaña. El resultado del último congreso regional, donde los dirigentes de la provincia gaditana fueron los grandes derrotados, ha envalentonado a los críticos gaditanos, que no le van a pasar una al secretario provincial. Esta vez ha sido por su apoyo a la creación de la Escuela de Enfermería de Pascual en Villamartín pero mañana será por un monolito en un parque o por la excusa más peregrina que encuentren para tratar de desgastar su figura. El problema es que, en el caso de la localidad serrana, las luchas intestinas socialistas han acabado con un proyecto interesante, sobre todo en tiempos en los que no estamos para dejar pasar inversiones.

Mientras el equipo de Cabañas acelera el proceso de cara a colocar a su candidato (candidata en este caso) a la Alcaldía de Cádiz, dando mayor proyección social a su apuesta, la edil socialista Marta Meléndez, en el otro lado se trata de forzar una alternativa, que de confirmarse dejaría en una situación muy delicada a los actuales dirigentes. Se trata, por tanto, de una apuesta muy fuerte. Pues de no situar los responsables provinciales del partido a su candidato (candidata) en Cádiz, estaríamos ante la confirmación definitiva de que en Sevilla no se cuenta con ellos. Y Cádiz no es, desde luego, el único frente que está abierto.

Así que ya lo sabemos. Hasta que no se conozcan los nombres de los candidatos y se sepa cómo acaba esta partida de ajedrez dentro del PSOE, hasta algo tan sano como una Escuela de Enfermería va a dar dolor de cabeza a los socialistas gaditanos.