El otro día escuché en Onda Cádiz a un autor carnavalesco que decía que "a ver qué hacen al final con el castillo de San Sebastián". En alusión directa a la construcción o reconstrucción allí del muelle del Socorro. Así nos va. Defendemos la piedra caletera más que a nuestro propio futuro. El carnavalero dijo que con estas actuaciones no cuidan "nuestro patrimonio". Nos llevamos demasiadas horas mirando hacia atrás y descuidamos demasiado lo que nos viene por delante. Hay que aplaudir todo aquel proyecto, cambio o idea que pueda abrir una ventana a la esperanza. Cádiz está a la cola de casi todo y ya está bien. No reaccionamos y nos preocupamos más por el daño que se le haga a un muro o a un camarón antes que mirar cómo estamos proyectando el futuro que será el presente de nuestros pequeños. Construyamos una ciudad moderna y dejen de inquietarse por cuestiones que no hacen otra cosa que pausarnos a todos en la mismísima ruina.