¿Quién no aprendió de Jaime?

Yesta Isla es así. La semana pasada en nuestro Centro de Congresos, tuvo lugar un respetuoso y entrañable homenaje póstumo a Jaime Aragón Gómez, fallecido el pasado mes de agosto. Fue la Real Academia de San Romualdo la encargada de este merecido recuerdo. En una Isla agradecida cuando se le apetece y con memoria si interesa, es siempre digno de señalar y resaltar actos como éste. Y fue, como digo, un homenaje en sesión necrológica, sobre la figura y obra de uno de sus últimos académicos más destacados, bibliotecario de esta real institución e importante investigador sobre la guerra de la Independencia y sus consecuencias en nuestra Isla.

El acto transcurrió comenzando con unas interesantes palabras de José L. López Garrido, archivero municipal y buen amigo, para realzar la importante labor del homenajeado en cuanto a su aportación distinguida en los cuadernos que, con motivo del Bicentenario, fueron publicados. Seguidamente, Adelaida Bordés, secretaria general de la Academia, tuvo a su cargo la presentación del libro titulado Mujeres en la Historia, obra póstuma de Jaime que fue perfectamente glosada de manera exhaustiva y bastante entretenida -con proyección de sugestivas diapositivas-, y llevando al auditorio al pleno conocimiento de su contenido a través de una inteligente síntesis del mismo. Fue un recorrido por las mujeres más destacadas de la historia, desde las pinturas rupestres con la mujer como protagonista; la Virgen María; mujeres romanas como Livia Drusila, Valeria Mesalina, Gala Placidia…; visigodas; arabigoandaluzas; reinas y heroínas castellanas y extranjeras, destacando Isabel La Católica, Juana de Arco, Lucrecia Borgia, la Beltraneja, Beatriz Galindo, Juana de Castilla…; más otras mujeres que también protagonizaron papeles fundamentales como Santa Teresa, y otras escritoras que sobresalieron en nuestra literatura: Cecilia Bölh Von Faber "Fernán Caballero", Clara Campoamor…; o políticas como La Pasionaria…, hasta llegar al impacto mundial que supuso Marilyn Monroe o la reina de las modelos y la anorexia, Twiggy. En fin, un verdadero recorrido por las mujeres más significativas y trascendentales que han influido en la Historia universal.

Y ya, para cerrar el acto, fue el presidente de la Academia, José Carlos Fernández, quien puso el mayor énfasis en la persona de Jaime. Su humanidad repleta de cariño, generosidad, laboriosidad y simpatía, más su amor por La Isla, fueron cualidades que el interviniente realzó del amigo fallecido. Distinguidos atributos que este escribidor tuvo la suerte de reconocer cuando coincidimos unos años como profesores en mi añorado instituto "Isla de León".

Porque, en definitiva, de Jaime todos aprendimos. Como así lo ratificaba José Carlos tras una interrogación solemne que no retórica. De ahí que nunca lo olvidaremos. Aunque, por la naturaleza del acto, no se pudo aplaudir. Una pena.