PARECE que Cádiz es una ciudad de tendencias y costumbres, de modo que cuando algo se pone de moda ya tenemos más de lo mismo para una buena temporada. Por ejemplo, se pone de moda crear una plataforma ciudadana y aparecen varias decenas, ni se sabe cuantas hay. Por ejemplo, se pone de moda crear un movimiento ciudadano y aparecen decenas de ciudadanos movidos, que incluso se mueven de uno a otro. Por ejemplo, el pasado domingo se organizó una bicifestación, en la que salieron los manifestantes en bicicleta, y ya se anuncia otra manifestación a ruedas. En este caso la convocarán los vendedores ambulantes del Piojito, que pretenden salir a las calles con sus caravanas el lunes 8 de diciembre.

El motivo ya es sabido: que no les dejan montar sus puestos los lunes festivos (como el 8 de diciembre, día de la Inmaculada), ni en agosto tampoco. Esta reivindicación se supone que la incluyen ya puestos a no poner el puesto, y aprovechando, pues manifestarse en diciembre (con sus caravanas y todo) por la reivindicación para los puestos en agosto es de premio. El recorrido será lucido, ya que discurrirá por toda la Avenida, desde el principio en Cortadura, para llegar hasta la plaza de Sevilla, donde darán la vuelta hasta llegar a la Subdelegación del Gobierno para leer un manifiesto.

Al dar ese rodeo en la plaza de Sevilla pasarán por delante de Santo Domingo, lo que no van a aprovechar para hacer una ofrenda ante la Patrona (como es el caso del Rocío cuando parten para el camino a la romería), sino que los ambulantes seguirán hasta la Subdelegación del Gobierno, un sitio que tiene feo hasta el nombre, pues suena a que no es una delegación completa. Después de leer el manifiesto tampoco pasará nada, porque los días de las vacaciones de Navidad de este año les cuadran perfectamente y tendremos Piojito por todo lo alto.

Las manifestaciones a ruedas pueden crear afición. Por mi deformación profesional, me recuerdan a las procesiones con los coches que presidía el San Cristóbal de la parroquia de la Divina Pastora. Pero ahora el pobre patrono de los conductores está allí encerrado, sin cultos ni nada. Estas manifestaciones a ruedas son como procesiones laicas. Ya la hemos tenido con bicicletas y pronto con caravanas, además de otras exhibiciones de motocicletas y vehículos de época que también se han visto.

Raro será que no se cree pronto alguna asociación pro cultos a San Cristóbal. Aunque el santo salga en un sencillo camión sin dorar, en vez de ir a paso de horquilla.