LA actualidad, cargada de malas noticias, agobia. Tenemos que encontrar espacios para hacer germinar otros sentimientos más positivos. Ofrezco una oportunidad.

Tenemos ante nosotros un monumento a la poesía. A la literatura. A la palabra. No es pasión de amigo sino una evidencia de consenso literario. Salvo donde debería ser. El último libro de Caballero Bonald, Entreguerras, es una cima poética y vital y el testamento de toda una generación. Reconocido por todos. Salvo donde debería ser.

A Caballero Bonald le cerraron de mala manera las puertas de Real Academia Española. Donde debería estar. A Caballero Bonald no le han dado el premio Cervantes. Y lo debería tener ¿Es una injusticia? ¿Puede ser siquiera una injusticia en un mundo donde hay tantas y tan grandes injusticias?

Recientemente hemos visto un fenómeno insólito. Cómo dos intelectuales -Stéphane Hessel y José Luis Sampedro, los dos pasados de los 90 años- se han ganado el favor de las jóvenes generaciones -y de las no tan jóvenes- por sus alegatos contra la abrumadora asfixia del mercado, el bloqueo de los sistemas políticos y por la falta de horizonte en sus vidas, en que la crisis ha sometido a las clases medias, que entendían hasta hace bien poco si no resueltas al menos con esperanza de futuro. La clarividencia de ambos ha sido pasmosa.

Caballero Bonald se ha implicado en numerosas causas, muchas de ellas perdidas de antemano. Ha demostrado un talante rebelde y de denuncia del poder, de refutación del discurso oficial, que es la vieja cualidad de los intelectuales, y lo ha empleado para despertar las conciencias y para señalar la ausencia de libertad, los atropellos a los derechos y la lucha por la igualdad. Es un intelectual de los que echamos en falta. De los que, frente al pensamiento imperante, está a la altura de su responsabilidad histórica.

Al sillón de la Española ha renunciado (no sé por qué coño no está -ha escrito el académico L. M. Anson-) pero el Cervantes lo tiene merecido y debería ser una causa de todas las instituciones gaditanas y andaluzas y sobre todo de sus colegas gaditanos de vocación y ejercicio literario para proponerlo y conseguirlo porque sólo de él se puede escribir como lo hicieron Juan Cruz: "Uno de los escritores mejor dotados para el uso de la lengua" o J. J. Armas Marcelo: "Caballero Bonald es el mejor escritor de la España actual y, sin duda, y uno de los mejores de lengua española". Nos toca vocearlo a nosotros. Empecemos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios