encuentros en la academia

Enrique García Máiquez

Gestionar el tiempo

LA gestión del tiempo en empresas innovadoras es, desde hace años, una asignatura capital pues su adecuada ejecución por profesionales se traduce en mejora de la productividad, competitividad y en el cumplimiento de objetivos. Toda ella gracias a una serie de herramientas que ayudan a la priorización y a la eficacia, como por ejemplo la matriz de Covey o la ley de Pareto. Sin embargo, hoy queremos plantear esta administración del tiempo a nivel personal, en la sociedad y en la familia, y porque con determinados planteamientos nos van hacer la vida menos estresante, más relajada y trascendente, en definitiva más agradable.

El tiempo, como concepto, es una constante, una medida de intervalos que mantiene el mismo ritmo. En el fondo es la dimensión del cambio; si nada cambiara no habría tiempo. Es el más importante de los recursos de nuestras vidas y el más equitativo, todos tenemos el mismo. Además es inexorable: lo podemos usar mejor o peor pero no podemos variar su dirección y cadencia. También podemos decir de él que es inelástico, no puede ahorrarse, ni prestarse, ni acumularse. Resulta incontrolable, ya que podemos controlar nuestras acciones interviniendo eficazmente: priorizar lo importante sobre lo urgente, delegar tareas, usar agenda, puntualidad, planificar el día a día…, pero nunca tocar el tiempo. Si se malgasta estamos derrochando algo muy valioso, de aquí la popular frase el tiempo es oro, y bien ¿Que vamos a comprar con esa fortuna que está a nuestra disposición?

Estamos siempre ante una paradoja, pues decimos no tenemos tiempo cuando realmente tenemos todo el tiempo que hay, pero resulta que su gestión es compleja porque es un bien presente que se nos escapa al pasado sin posibilidad de recuperarlo y que en cuanto a futuro no sabemos si nos llegará. Ya lo dijo el poeta…"pues se vive en presente y el presente no es nada/; un fuego que arderá, que está ardiendo, que ardía"…

Todos tenemos todos los minutos del día a nuestra disposición para usarlos, pero la realidad es que a unos le rinden más que a otros y esto solo depende de nosotros, de dedicarlo a lo que consideremos importante es decir a la familia, a los amigos, a nuestra formación, a temas trascendentes o superfluos, esa es nuestra responsabilidad personal y social de la gestión del tiempo. En definitiva, el tiempo es una oportunidad para crecer en cada una de estas posibilidades; aunque hay factores externos que nos hacen tener diferentes percepciones según situaciones personales, que nos la refleja bien la visión dada por W. Shakespeare… "el tiempo es muy lento para los que esperan… muy rápido para los que tienen miedo…muy largo para los que se lamentan…muy corto para los que festejan…pero para los que aman…el tiempo es la eternidad".

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios