LA ausencia de lluvia en los últimos tiempos, que ha provocado una sequía devastadora, ha sido suficiente para dejar a casi once millones de personas al borde de la inanición en la región de forma triangular ubicada en la parte meridional del golfo de Adén, integrada por Somalia, Kenia, Etiopía, Eritrea y Yibuti, y conocida como el Cuerno de África. Según la ONU cuatro millones y medio de personas necesitan ayuda en Etiopía, tres millones son los afectados en Somalia, tres millones y medio de personas en Kenia y ciento veinte mil en Yibuti.

Los habitantes están desesperados y sus ojos reflejan una profunda impotencia en busca de seguridad y alimentos. Esqueletos humanos de madres que tienen que decidir a qué hijo salvar, unas horas antes de morir, proliferan por las calles. Y esto ocurre en la puerta de entrada a Europa, de todos los recursos naturales y exportaciones de los países de la UE hacia todo Oriente Medio y Asia.

Hacen falta recursos para suministrar agua y comprar alimentos, especialmente para los niños en alto estado de desnutrición.

Los efectos combinados de sequía, inflación y conflictos bélicos, han creado una situación catastrófica que requiere con urgencia una ayuda internacional masiva.

Los casi 200 países miembros de la FAO, estudian cómo evitar una nueva catástrofe humanitaria inminente en la región y garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo. Este hecho imposibilitará llegar a todos, ya que muchos de ellos se encuentran en las zonas de las milicias islámicas, que desde 2010 prohíben cualquier ayuda alimentaria internacional y suelen amenazar a los grupos de cooperantes.

Están en juego millones de vidas en África Oriental. No existe problema más grave en el mundo que con máxima celeridad, necesita que se aporten soluciones dirigidas a contrarrestar la inanición.

Los líderes mundiales han de responder con generosidad salvando vidas ahora y con actuaciones que garanticen un futuro para las personas. Por encima de todo, hay que construir un sistema alimentario mundial que permita que todos tengan lo suficiente para comer.

Una de las grandes fuerzas con que se cuenta en la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia de El Puerto de Santa María, es la de que todos los miembros que conforman la Institución - Junta Directiva, Cuerpo de Académicos, Socios- aportan su colaboración, no como un medio para ganarse la vida, sino mediante un compromiso personal por distintas causas culturales y sociales.

Hemos sentido la necesidad de manifestar nuestra solidaridad, como elemento connatural en el espíritu humano, intentando en esta dirección hacer una llamada a la reflexión en el ámbito de la educación en alimentación y sugerir la participación activa de las familias.