Presentación de 'serrat, cantares y huellas' El acto en La Merced

Un maridado homenaje a Serrat

  • El poeta gaditano Luis García Gil presentó ayer en el Centro de la Merced esta segunda obra sobre el cantautor catalán, en compañía de Javier Ruibal, Miguel Poveda, Rafael Marín y el editor Javier de Castro

La obra de Serrat, que es mucho Serrat, inundó de magia poética en todas sus vertientes el Centro de Arte Flamenco de la Merced. Luis García Gil se hizo en la tarde noche de ayer con la fórmula del maridaje perfecto para homenajear al cantautor catalán, en la presentación de su segundo acercamiento a su trayectoria: Serrat, cantares y huellas.

Los ingredientes, desde luego, eran suculentos. De primero, las bonitas y acertadas palabras de otro "gran serratiano" y escritor gaditano como Rafael Marín, acompañado en la mesa por el concejal de Cultura, Antonio Castillo y el representante de la editorial Milenio, Javier de Castro, además del propio autor. Un segundo, a cargo del dúo de baile Al&Cris Tango, sirvió de elegantes pasos los versos catalanes de De mica en mica. Y, para acabar, un postre de lujo. Un dulce y ansiado momento que llegó de la mano de Miguel Poveda y Javier Ruibal. Juntos firmaron un inolvidable mano a mano por y para Serrat. Que no estaba, pero como si estuviera. La voz magistral y pasional de Poveda secundó Aquellas pequeñas cosas antes de dar paso a su compañero en su especial repaso de Pueblo Blanco. Romance de Curro el Cojo y Pasodoble a Badalona, cantadas a dúo, pusieron el broche y final a este fugaz instante que, sin duda, hizo vibrar de emoción al numeroso público asistente.

Pero hasta que no llegó este momento se pudo disfrutar de otros muchos momentos. Momentos de apoyo y aliento al precursor de esta gran cita, Luis García Gil. De él y de Serrat, unidos por esta obra, se dijeron muchas cosas y bonitas. Por ejemplo, Javier de Catro supo reconocer el "óptimo resultado" de un proyecto tan riguroso como pasional. Y prueba de ello es que hasta "el propio Serrat le ha dado el beneplácito", comentó. "Hay varias biografías de Serrat, pero con este libro, además, se entiende su obra".

También fueron muy asertivas las palabras de su amigo y escritor Rafael Marín, que supo dar en la tecla de por qué todo lo que suena a Serrat se antoja tan especial como la noche de ayer. "Y es porque todos somos Serrat. A mí me hubiera gustado escribir este libro, pero leyéndolo y releyéndolo me doy cuenta de que soy parte de él, como todos, porque todos somos parte de Serrat".

Y es que Joan Manuel Serrat, a fin de cuentas, dijo, "cuenta la vida de todos". Porque, recordó, "todos nacimos en el Mediterráneo, quién no ha tenido una novia morena, una chica no le ha dado a morder su piel de manzana o espera que cada día pueda ser un gran día". En definitiva, "se trata de una biografía y discográfica elaborada desde la pasión y la objetividad de un poeta que reseña a otro poeta".

A sus palabras siguieron las del propio Luis García Gil, que hizo un guiño a la primera actuación de Serrat. "Buenas noches, veo que estamos todos", dijo antes de agradecer el trabajo de todas las personas implicadas en el proyecto -incluidos fotógrafos y prologuistas- y de explicar algunas de sus intenciones. Entre ellas, la forma en que ahonda en el incomprendido bilingüismo del cantautor, a tenor del que hizo un llamamiento al conocimiento de su obra en catalán; también ensalzó la poesía cantada de Serrat, "la parte más difícil de su cancionero" y, a golpe de versos, encumbró el trabajo de un artista que es artista hasta "para vestir sus canciones en cada presentación", como la que hizo en Buenos Aires de De mica en mica. Con esta última pincelada Luis García Gil mostró la forma magistral en que ha navegado por la obra de "este animal escénico que es Serrat, como dijo Vázquez Montalbán".

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