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Cultura

Pedro Lobato reinventa los paisajes de su tierra desde la sala GH 40

  • Un total de 30 piezas integran la muestra 'Ubrique, naturaleza y entorno', con las que el autor recorre escenas del parque de los Alcornocales y de la Sierra de Grazalema

Pedro Lobato Hoyos conoce su tierra. La ha pintado de mil y una hechuras. Al natural, cara a cara, día a día, durante horas, o en la distancia desde su estudio de Ubrique. Es uno de esos pintores autodidactas y paisajistas cuya fuente de inspiración parece inagotable. Y así nace el espíritu de muestra Ubrique, naturaleza y entorno, que hace unos días se inauguró en la sala de San Fernando GH 40.

Una treintena de piezas de todos los formatos, muchos de ellos de grandes dimensiones, integran esta exposición con la que su autor recorre y reinterpreta los paisajes de la Sierra de los Alcornocales y Grazalema, "mi especialidad", en los que Lobato se siente como en su propia casa.

Durante años ha inspeccionado los recovecos de su tierra con el material de trabajo a cuestas. "Metía el caballete en el coche, la tela, me llevaba 15 ó 20 días en un lugar y después cambiaba de lugar". Y así un día y otro, se ha ido forjando una trayectoria repleta de reconocimientos y de experimentados paisajes que cada vez reinterpreta de una forma, al antojo de quien los maneja al dedillo. Ahora desde su propio estudio, como seña de la evolución de su trabajo. "Después de esta etapa al natural, en la que me ha pasado de todo, desde que me saliera volando un cuadro hasta tenerme que ir con un aguacero, le he cogido el gusto de trabajar en el estudio y reinterpretar la realidad hasta convertirla en otra", asevera el pintor de esta última etapa en la que anda sumido.

Pero no sólo de naturaleza se nutre la obra que expone en GH-40, para la que ha preparado expresamente algún cuadro, sino también de algún paisaje urbano de las calles del casco antiguo de Ubrique. Todo ello en una paleta de colores muy monocromática, entre los verdes, ocres y grises con que Pedro Lobato construye sus propios paisajes, entre los que se queda con uno en particular. "Pinto mucho la vista que hay desde el Parque de los Alcornocales de la Sierra de Grazalema, concretamente las inmediaciones del mojón de la víbora", comenta.

Su presencia en la sala que regenta Juan Antonio Lobato no se debe a ningún tipo de parentesco familiar, sino a un amigo en común, el también reconocido pintor de paisajes, en este caso urbanos, Ricardo Galán Urréjola.

Además es la primera vez que Pedro Lobato expone en San Fernando, aunque ha exhibido sus entornos naturales en numerosos puntos de la provincia, España y otros países. Ahora anda trabajando en presentaciones a certámenes de pintura, en los que tiene una dilatada experiencia y muchos reconocimientos. Ha sido finalista del Carlos Haes o del premio Blanco y Negro de ABC y ha ganado decena de concursos en toda la geografía española.

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