Una mujer valiente, tenaz, osada, comprometida con el teatro y con los desfavorecidos, innovadora, perseguida y amenazada por defender sus ideas políticas. Así definieron ayer a la colombiana Patricia Ariza quienes participaron en el homenaje que le rindió el Festival Iberoamericano de Teatro (FIT). Y así la reconoció el público que abarrotaba el Salón del Plenos del Ayuntamiento de Cádiz, que aplaudió y vitoreó a la actriz, directora, dramaturga, poeta, creadora de festivales, de grupos y productora de numerosos eventos teatrales.

Patricia Ariza recibió el homenaje “con toda la modestia que me dan 43 años de trabajo diario en el activismo y en el teatro”, pero también “con mucho entusiasmo” porque este reconocimiento representa para ella “un estímulo y un desagravio”. Un desagravio “porque en los momentos difíciles que he tenido que vivir, he encontrado dos familias cuyo afecto ha sido irreductible y demoledor contra las amenazas. Estas familias han sido la de los artistas del teatro y los movimientos de mujeres. Ellos y ellas han salido como escudos humanos, como escoltas de la vida y de la creación en nuestra defensa”.

Tras recibir un recuerdo del acto de ayer de manos de la alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez, la directora y dramaturga colombiana habló de los significados que tiene para ella y para la familia teatral colombiana este homenaje. El primero, que se realice en Cádiz, “una hermosa ciudad que guarda en sus muros memorias históricas que a su vez tienen relación compleja con nuestra propia identidad. Y con la que estamos hermanados en la conmemoración de dos bicentenarios”, dijo refiriéndose al de la Constitución de 1812 en Cádiz y el de la independencia para ellos.

Otro aspecto significativo de este homenaje es que viene del FIT, “un ejemplo de persistencia en el encuentro de creadores y creadoras por el cual hemos visto pasar imágenes entrañables que, como sabe hacer el arte, nos han ayudado a creer que un mundo mejor es posible. Tarea en la que estamos empeñados hasta la médula de los huesos”. Y otro significado para ella es el Encuentro de Mujeres que alberga el FIT, “que está construyendo paso a paso puentes culturales de creación y de afecto entre dos mundos lejanos pero iguales”.

Patricia Ariza no quiso hablar de ella misma. Prefirió referirse a la situación que vive su país. Denunció que la Constitución “está siendo cercenada, recortada y acomodada para que los poderes latifundistas aliados con las mafias del narcotráfico se perpetúen en Colombia. Los resguardos de los pueblos indígenas están siendo tomados a sangre y fuego, y esos lugares convertidos en latifundios en los cuales se siembra biocombustibles. Y los indígenas, al igual que centenares de campesinos, se están convirtiendo en parias y desplazados en su propio país. Además, en ese territorio soberano se preparan los cimientos para la instalación de siete bases de los Estados Unidos”.

Brindó este homenaje a esos pueblos indígenas, al Teatro La Candelaria y al grupo Rapsoda, uno al que pertenece y otro que dirige, “que son ejemplo de arte y persistencia”.

Y dedicó unas palabras a Atahualpa de Cioppo, nombre que lleva el premio del FIT, de quien aprendió que “los artistas tenemos que ser filósofos y tener un pensamiento propio”. También dijo haber aprendido “a no dar el brazo a torcer, ninguno de los dos, pero en particular mi brazo izquierdo”.

En el acto participaron también la dramaturga y directora de Teatro de las Sonámbulas que promueve y coordina los encuentros de mujeres en el FIT, Margarita Borja, y la actriz, directora y cofundadora del Teatro La Máscara, Lucy Bolaños.

Margarita Borja le dijo a Patricia Ariza que es “un referente indiscutible como maestra de actores, como directora escénica dotada de un singular talante innovador, como dramaturga, como poeta y como modelo de excelencia en la amistad artística y en el esfuerzo solidario y civil por dotar de realidad y plenitud de derechos de ciudadanía a los sectores más vulnerables y vulnerados de tu sociedad, que son poblaciones enteras”. Y añadió que le considera “maestra y guía en el camino hacia otro mundo posible que tanto anhelas tú para tu país y que anhelamos contigo”.

Lucy Bolaños, por su parte, hizo una semblanza de la homenajeada y la definió como “una de las mujeres más importantes del teatro en Colombia y en América Latina”. Afirmó que “su expresivo rostro revela una vida entregada a los anhelos más profundos de su alma: la libertad, la igualdad y la cultura de las mujeres”. Concluyó su intervención diciendo: “Colombia necesita de personas como Patricia que sobrepasa los límites. Su actividad artística es un desafío y una provocación a la cultura establecida, es una crítica abierta a un sistema ciego y opresor”.