El exfutbolista del Cádiz Pablo Niño (Rota, 15 de mayo de 1978) dio el pasado domingo posiblemente el paso decisivo hacia su retirada. En una acción fortuita el centrocampista, que ahora mataba el gusanillo en el Rota de Primera Andaluza, perdió el conocimiento y sufrió una fractura de peroné y un desplazamiento de tibia en el partido que su equipo jugaba en Guadalcacín. Fue intervenido esa misma tarde en el hospital de Puerto Real, donde permanece ingresado.

"Me he escoñado" fue la respuesta rotunda del futbolista ayer, cuando aún esperaba una nueva visita del cirujano que le había intervenido un día antes y que en primera instancia le aseguró que la operación había sido "un completo éxito".

"El peroné lo tengo roto, la tibia desplazada y los ligamentos de la rodilla tocados", explicó. "Es curioso, cuando uno piensa que ya no le va a pasar nada… yo creo que esto es el final. Lo que no sé es qué voy a hacer, porque el fútbol no se me daba bien, pero el golf y las cartas tampoco", se atrevía a bromear.

El roteño explica la jugada que acabó postrándole en la cama de un hospital: "Salté de cabeza y toqué el balón, con tan mala suerte que se lo arrebaté a un contrario que, sin querer, me dio un golpe en la sien", recordaba. "Caí al suelo sin conocimiento y cuando volví en mí me di cuenta de que tenía el tobillo hecho una piltrafa".

"Nada más llegar al hospital desde Jerez me metieron en el quirófano y estuvieron liados conmigo casi tres horas", explicaba el jugador, que vistió la camisola del Betis en Primera División. "Yo creo que en un par de días ya podré marcharme a casa. A ver qué pasa".

A pesar de su situación y tal y como ha ocurrido cada vez que ha tenido oportunidad desde que se marchó de la Balona, Pablo Niño demuestra que sigue al día la actualidad de su anterior equipo: "Ha empezado muy bien y a la derrota con el Cádiz no hay que darle importancia. Es más, un resultado como ese puede venir hasta bien para que la gente se dé cuenta de que hay que ponerse las pilas", reflexionaba.

Pablo Niño mostró su agradecimiento por las numerosas muestras de afecto que tanto telefónicamente como a través de las redes sociales le habían llegado tras conocerse su grave lesión.