"Rafael Román tenía razón respecto al Bicentenario". El veterano político socialista había dejado escrito en este periódico su preocupación sobre cómo se estaba preparando el Doce, acompañando las críticas con posibles soluciones. Críticas y soluciones que no gustaron nada en su partido hasta el punto que algún dirigente regional llegó a mofarse de sus manifestaciones en público.

Resulta, sin embargo, que quien utilizó la mofa para justificar que todo iba supuestamente bien en el Bicentenario ya no está en Andalucía, cuestión que parece ha permitido al PSOE regional hacer autocrítica interna y reconocer que "Rafael Román tenía razón", según reconocen, ahora, destacados miembros de la dirección socialista.

Toca, por ello, recomponer el Bicentenario, plantear nuevos calendarios y, en medio de una crisis económica extremadamente profunda, o bien ratificar los objetivos iniciales o bien plantear otros nuevos de acorde con la situación de la tesorería de las administraciones públicas.

De ello tal vez se hablé mañana viernes, cuando los miembros del Consorcio se reúnan en Cádiz por primera vez desde que Luis Pizarro, flamante consejero de Gobernación de la Junta, asumiera también la presidencia de este ente.

Pizarro llega a este puesto con varios objetivos, todos ellos igualmente prioritarios. Por una parte, pretende acelerar al máximo el desarrollo de todos los proyectos inicialmente planteados para el Doce, con especial preocupación por las obras del castillo de San Sebastián. Equipamiento esencial para los actos a celebrar a lo largo de 2012, ya se acumulan seis meses de trabajo centrados en la definición del proyecto y el derribo de construcciones sin valor. Desde el principio se asumió que el tiempo para ejecutar las obras de puesta en valor del castillo iba a ser extremadamente escaso. Y el paso del tiempo, con un desarrollo de las obras extremadamente lentas, hace temer que el 19 de marzo de 2012 no se pueda contar con todo lo anunciado.

La Junta, más allá de Consorcio pero directamente implicado en el Doce, tiene también pendiente aclarar si su proyecto emblemático, el Memorial de las Libertades, será o no realidad; al igual que su compromiso para poner en valor el Seminario Diocesano y el Hospital de Mujeres. Demasiados frentes abiertos, todos ellos muy costosos, para tan poco tiempo.

Desde el Ayuntamiento se espera que no se produzca una marcha atrás en el compromiso institucional. "No creo que Luis Pizarro vaya a estrenarse en este cargo anunciando una reducción de proyectos", indicó ayer a este diario la alcaldesa, Teófila Martínez, que reafirmó la intención del Ayuntamiento de cumplir con todos sus compromisos lamentando también "el tiempo perdido" por las otras administraciones que se implicaron con retraso al proyecto del Doce desde que éste fue planteado por la corporación gaditana.

En todo caso, en los últimos días se han celebrado actos de marcado carácter internacional relacionados con este evento cuya relevancia haría poco comprensible que tanto Madrid como Sevilla rebajasen su apuesta por el Bicentenario. Esta misma semana, la presencia de los Reyes en un acto que congregó a todos los representantes de los bicentenarios hispanoamericanos, y hace unos días, con la asistencia de los Príncipes y todos los embajadores hispanos en la entrega del Premio a la Libertad al presidente colombiano Álvaro Uribe. Y junto a ellos, el propio compromiso personal de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que es a la vez un compromiso directo del PSOE con Cádiz.

La llegada de Luis Pizarro deberá de despejar dudas sobre el mantenimiento de este compromiso y, a la vez, adoptar todas las medidas necesarias para reactivar el funcionamiento del propio Consorcio.

Controlado casi al milímetro desde Sevilla, es de esperar que se le dé al mismo una mayor autonomía y, sobre todo, mayores medios materiales y humanos, con personal bien preparado. Hasta ahora la gerente, María Luis García Juárez, apenas si ha podido ejecutar proyectos propios lo que ha creado en el departamento un sentimiento de desánimo y, de cara a la opinión pública, una imagen de inoperancia frente a la cada vez más frenética actividad que, respecto al Doce, viene ejecutando el Ayuntamiento de Cádiz y, especialmente, Teófila Martínez. Curiosamente, ayer era la propia alcaldesa la que salvaba a la propia García Juárez al reconocer que ésta no tenía posibilidad de gestionar los grandes presupuestos, en manos de las administraciones central y regional.

No obstante sí se está notando una falta de empuje por parte del Consorcio a la hora de planificar la programación cultural, que ya debería de ser intensa y constante, especialmente en San Fernando donde el bicentenario se celebrará el próximo año. Todo ello podría acabar por mover de la silla a la actual gerente buscando una figura con mayor relevancia política y ciudadana.

La tercera gran preocupación de Luis Pizarro es evitar choques dialécticos con el Ayuntamiento en todo lo relacionado con el 2012. Curiosamente, aquí se coincide con la misma postura por parte del gobierno local, que huye de conflictos con las administraciones socialistas en todo lo relacionado con este evento. En ambos casos se considera que el enfrentamiento favorece al contrincante quedando el ciudadano de a pie como verdadero perdedor.

Pizarro, como ya adelantó este diario, pretende cerrar con el Ayuntamiento un acuerdo en el que se incluyan todas las obras que quedan pendientes en la ciudad y que afectan a las dos administraciones. Similar a este plan, se busca también un diálogo fluido respecto al Bicentenario para evitar que diferencias políticas afecten a la tramitación burocrática de todo lo que aún queda por culminar o por desarrollar.

En la reunión de este viernes, que se celebrará en Cádiz, se analizará el grado de desarrollo de los trabajos que se ejecutan desde hace seis meses en el castillo de San Sebastián, a la vez que Luis Pizarro deberá de informar sobre sus líneas de actuación una vez asumida la presidencia del Consorcio del 2012.