Trucos y recomendaciones para afrontar en los hogares la ola de calor en Cádiz

Bajar las persianas es uno de los consejos más habituales en zonas del sur, más expuestas al sol

Ventanas con las persianas echadas.
Ventanas con las persianas echadas. / Pixabay

Cádiz se encuentra a las puertas de entrar en una ola de calor, la primera de este verano de 2025. La Agencia Estatal de Meteorología alerta por un episodio de temperaturas extremadamente altas que elevarán los termómetros en la provincia, en algunos casos, por encima de los 40 grados. Según las previsiones de Aemet, Puerto Serrano y Villamartín serán las localidades que más sufran los efectos adversos de este calor, no tanto en sí por las temperaturas como por el tiempo que se prolongará este episodio: hasta 5 días consecutivos en los que el mercurio podría no bajar de estos 40 grados.

Más allá de los efectos que el calor produce en el cuerpo, como la alta sudoración o la posibilidad de encontrarse algo más falto de energía, las altas temperaturas pueden tener consecuencias muy negativas para grupos de población específicos, como ancianos y niños o aquellas personas que sufran algún tipo de enfermedad cuyos síntomas se puedan ver agravados con el calor. Es por ello muy importante evitar la exposición al sol durante las horas centrales del día y tratar de 'resistir' en casa o en lugares acondicionados, y dejar los paseos para el tiempo en que ya se haya ocultado el sol.

Recomendaciones para afrontar el calor en los hogares

En Andalucía, por la climatología, se es más consciente de qué hacer en las casas para evitar que estas se calienten en exceso. Las persianas por ejemplo, que en las zonas del norte se pueden tener más como un elemento para lograr una mayor privacidad respecto a los vecinos, en el sur tienen un papel más amplio y trascendental a la hora de combatir las horas de más calor.

  • Bajar las persianas. Aunque para muchos pueda generar una situación contraria, de mayor claustrofobia y calor, lo cierto es que bajar las persianas en las horas de más calor ayuda a mantener la temperatura interior de la vivienda, bloqueando los rayos solares y evitando que el calor entre y se acumule en el hogar. Si lo acompañamos con un buen aire acondicionado, podremos incluso ahorrar dinero y energía puesto que el frescor del aparato se mantendrá dentro de la casa por más tiempo.
  • Abrir las ventanas sólo a primera y última hora del día, con el objeto de lograr corrientes de aire. Dependiendo de la situación de las ventanas, se provocará una corriente mayor o menor que generará una sensación de confort y que ayudará a airear la vivienda después de haber estado cerrada.
  • Suelo húmedo y duchas con agua tibia. Otra de ellas es fregar el suelo a primera hora de la mañana con agua muy fría. Esta práctica, ayudará a humedecer el ambiente, provocando una temperatura más fresca. Por otro lado, durante las rutinas matutinas, muchos optan por ducharse con agua muy fría durante un tiempo prolongado, creyendo que la temperatura corporal se reducirá. Esta es una práctica equívoca porque el efecto es temporal. Lo que se recomienda en su lugar, es una ducha rápida, usando agua tibia. Y si a lo largo del día la persona siente agobio por el exceso de calor, puede refrescarse manteniendo las muñecas bajo el grifo.
  • Regular el uso de electrodomésticos. Los electrodomésticos como el horno o la freidora no son recomendables usarlos de forma excesiva durante el día porque son fuentes de calor y pueden elevar la temperatura del interior de la vivienda.
  • La luz, elemento clave para prevenir el calor. La temperatura de la luz que usamos para iluminar nuestras estancias tiene un efecto directo sobre la sensación térmica en nuestro cuerpo. Al igual que la luz cálida transmite una acogedora sensación de calor, la luz en tonos fríos favorece una sensación térmica más refrescante. Por ello, es recomendable que, durante los meses de temperaturas más altas, las estancias se iluminen con luz cuya temperatura de color esté por encima de los 4500° Kelvin, ya que generan tonos más frescos de la gama de los blancos y los azulados.
  • Usar tejidos como el algodón o el lino para la ropa de cama, tejidos que son transpirables, que absorben la humedad, provocada por la sudoración excesiva y expulsará el calor corporal. Otro truco también es meter la funda de la almohada en el congelador media hora antes de acostarnos. Al apoyar la cabeza sobre ella se logra bajar la temperatura corporal por lo que puede resultar más fácil conciliar el sueño. La efectividad de este sencillo truco se basa en que el tejido fresco actúa contra el calor corporal, haciendo que mejore nuestra situación térmica y que logremos un mayor confort para poder quedarnos dormidos con relativa facilidad.
  • El humidificador, el gran olvidado del verano. Aunque se suele usar más el ventilador o el aire acondicionado, uno de los elementos más útiles para sobrellevar el calor es el humidificador. Como su nombre indica, se encarga de dar humedad al ambiente para que la estancia se encuentre en las condiciones óptimas (entre el 40% y 60%), haciendo que la sensación térmica sea menor. Son un gran aliado del aire acondicionado, ya que ayudan a contrarrestar la sequedad que se genera en la estancia.
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