En los últimos años, la primavera cada vez es menos suave, llega antes, acompañada no solo de extraordinarios episodios de calor, sino también con precipitaciones intensas. Estos son los dos escenarios extremos que pueden producirse en las fechas de Semana Santa, que este año cae entre el 10 y 17 de abril. Con el paso del tiempo será impredecible, con mayor probabilidad de situaciones climáticas extremas, según los expertos de Meteored.

Este cambio de la primavera meteorológica está produciendo modificaciones en la floración, las migraciones o épocas de reproducción de ciertos animales, además de una destacada disminución de los episodios de lluvia, que se producen con menor frecuencia pero con mayor intensidad.

Análisis del mes de marzo

Los dos primeros meses de 2022 estuvieron marcados por una profunda sequía debido a un bloqueo anticiclónico. Con la llegada de marzo, se ha producido un cambio brusco de tiempo en el que la borrasca Celia y el atípico episodio de calima fueron los grandes protagonistas. Tras Celia se ha desarrollado un "pasillo" que ha favorecido la entrada de nuevas borrascas, con lluvias históricas durante los días 20 y 21 de marzo.

El mes de marzo 2022 será recordado como un mes muy húmedo, el más húmedo en la Comunidad Valenciana, por ejemplo. Pese a ello, no podrá revertir los daños por el déficit de lluvias en este año hidrológico que comenzó el 1 de octubre de 2021.

En los últimos días de marzo se esperan precipitaciones en forma de lluvia y nieve que afectarán a varias regiones de España, sobre todo en puntos de levante, sur peninsular y el Sistema Central. Esta inestabilidad podría postergarse alguna semana más, con vistas a Semana Santa.

¿Qué tiempo hará en Semana Santa?

Durante la Semana Santa es frecuente que uno o dos días de ese período llueva, en mayor o menor medida, en España. Además, contemplando las fechas de este año, debemos asumir que la primera mitad de abril es históricamente lluviosa y que, además, parece que no tendremos una excepción. La atmósfera probablemente seguirá mostrando la misma inestabilidad que en marzo, sobre todo en Galicia y zonas del Cantábrico donde podría ser una Semana Santa especialmente húmeda.

En el suroeste y los archipiélagos la situación será la contraria, con un tiempo más seco de lo normal, lo que se traduce en buenas noticias para el turismo de “sol y playa” en puntos de Comunidad Valenciana, Murcia y este de Andalucía. En el centro del territorio peninsular, los valores serán más altos a los habituales en este periodo.

Parece que las borrascas rondarán el norte de las Azores, lindando con las islas británicas. Con esta situación, la vertiente mediterránea peninsular podrá quedar expuesta a alguna dorsal anticiclónica, creando ese tiempo estable. Pese a ello, hay que estar atentos a nuevos pronósticos.