Sorpresa genética en la arqueología: fenicios y púnicos compartían cultura, pero no el mismo ADN
Un estudio coordinado desde las universidades de Leipzig y Harvard muestra que ambos pueblos conservaban muy poca relación genética entre ellos
Cádiz se encuentra entre los cuatro emplazamientos con sitios arqueológicos que han colaborado con la iniciativa desde España
Detalles de la vida de los fenicios de Gadir

La civilización púnica fue heredera de los fenicios, pero no tenía una relación genética estrecha con ellos, según un nuevo estudio de ADN antiguo,el cual señala que los púnicos fueron el primer intento de globalización en el Mediterráneo y de civilización verdaderamente cosmopolita en ese mar.
La investigación que publica Nature, con importante participación española, usó técnicas de ADN antiguo para analizar el genoma de 210 individuos de 14 yacimientos en España, norte de África y las islas de Sicilia y Cerdeña. En concreto, España ha aportado cuatro yacimientos, en Cádiz, Málaga, Ibiza y Almería, de los que se emplearon datos de ADN antiguo de 16 individuos, de entre los siglos IV y II antes de nuestra era.
Los investigadores descubrieron que los púnicos tenían muy poca ascendencia genética de sus fundadores levantinos, a pesar de sus profundas conexiones culturales, económicas y lingüísticas. Por ello, muchos investigadores han supuesto que las antiguas ciudades-estado de influencia orientalizante también compartían ancestros de origen fenicio.
Sin embargo, la investigación -desarrollada desde el Instituto y Centro de Investigación Max-Planck de la Universidad de Leipzig, y desde el Departamento de Biología Evolutiva Humana, de la Universidad de Harvard- indica que hubo una "desconexión genética" entre púnicos y fenicios, aunque se mantuvo una continuidad cultural.
Así, los resultados que arroja el estudio (Punic people were genetically diverse with almost no Levantine ancestors) proporcionan una nueva perspectiva sobre cómo se extendió la cultura fenicia, no a través de la migración masiva a gran escala, sino mediante un proceso dinámico de transmisión y asimilación cultural.
"Cartago sí que se expande y se mezcla genéticamente con el resto de poblaciones mediterráneas, mientras que entre fenicios y cartagineses no había una relación genética muy extensa", precisa a Efe el paleogenetista español del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona (IBE) y director del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona, Carles Lalueza-Fox, que colidera el estudio.
GRAN VARIEDAD GENÉTICA
Así, todos los yacimientos púnicos de los que se han estudiado muestras de ADN tienen una ancestralidad norteafricana que antes no estaba, una expansión genética que "representa esa globalización". En esos yacimientos se encuentran individuos que son locales, otros norteafricanos y otros que son mezcla de las dos ancestralidades.
El perfil genético del mundo púnico "era extraordinariamente heterogéneo", según David Reich de la Universidad de Harvard y otro de los coautores de la investigación.
Las personas de cada lugar tenían "una gran variabilidad en su ascendencia, con la mayor parte de la fuente genética proviniendo de los habitantes contemporáneos de Sicilia y el Egeo, y muchas de ellas con una fuerte ascendencia del norte de África", agrega.
Lalueza-Fox destaca que toda la información que se tiene de los cartagineses es "lo que cuentan de ellos los romanos, sus enemigos, porque no hay ninguna crónica, ningún escrito, nada suyo a pesar de que era una civilización lógicamente muy avanzada".
Con este tipo de estudios -agrega- se puede dar "otra visión de la historia que puede ayudar a interpretarla" y constituyen una oportunidad para "dar una cierta voz a esas personas y a esta civilización" de la cual solo se tiene "la voz de los que acabaron con ella".
En el equipo internacional que firma este estudio han colaborado, entre otros la Universidad del País Vasco; la Fundación Vasca para la Ciencia, Ikerbasque; el Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera, o las universidades de Sevilla, Granada y Málaga.