La psiquiatra Marian Rojas Estapé advierte acerca del estrés: "Muchas depresiones provienen de estados de alerta permanente"
La conocida psiquiatra ha resumido los diferentes tipos de estrés que una persona puede sufrir a lo largo de su vida
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El estrés es el compañero de viaje de miles de personas a día de hoy, el ritmo de vida frenético, la inexistente conciliación familiar, la maternidad o paternidad y múltiples factores externos provocan que muchas personas sufran estrés en su vida. Marian Rojas Estapé, psiquiatra y divulgadora, se ha convertido en los últimos años en una de las voces expertas que habla abiertamente de la salud mental tanto en conferencias como en sus redes sociales.
En una de las publicaciones recientes que ha compartido la doctora en su Instagram habla y reflexiona acerca del estrés, y cómo afecta este a la vida de cada persona. "Hoy en día todo el mundo habla de estrés. La palabra estrés como que funciona como para hablar de cualquier tipo de síntoma o de emoción", comienza diciendo Rojas Estapé en la publicación de redes sociales.
Parece que el estrés está relacionado siempre con algo negativo cuando no es así, según Marian Rojas Estapé existe un estrés que es bueno. "El estrés que se activa antes de enfrentarse a un reto, a algo que incluso nos puede apetecer o dar un poco de miedo, pero que nos activa internamente para lograrlo", apunta la autora del libro Recupera tu menta, reconquista tu vida. En este post, la psiquiatra habla de que hay tres tipos de estrés, el bueno, el tolerable y el crónico.
Respecto al estrés tolerable, la autora del libro Encuentra a tu persona vitamina, explica que es "en el que todos estamos metidos a lo largo del día. Hay que gestionar la familia, a los hijos, a los padres, la multitud de listas de tareas que tenemos pendientes...". El día a día de muchas personas es estresante y dependerá de la manera que cada uno tenga de gestionar este factor será más asumible o menos, pero para eso hay que conocerse bien.
Marian Rojas Estapé se centra en el estrés crónico. "El límite entre el estrés tolerable y el estrés crónico es diferente para cada persona. Hay personas que tienen una capacidad de absorber estrés tolerable que para otros sería estrés crónico. La clave aquí es conocerse. Cuando se activa el estrés crónico hay síntomas físicos, psicológicos y de conducta". En esta publicación, la experta además da algunos de los signos de alerta para detectar que se está viviendo una situación de estrés crónico.
Estos son los síntomas del estrés crónico
Las personas que tienen estrés crónico tienen una serie de síntomas que son relevantes y que hay que tener en cuenta. "A nivel físico empieza con tic en el ojo, temblor en la mano, o incluso ojo seco", explica la experta: "Tienes sensación de taquicardia y sientes que el aire no entra en los pulmones, sufres tensión muscular en el cuerpo, te gira la cabeza y tienes sensación de que todo el cuerpo está constantemente en dolor. También tiene representación a nivel gastrointestinal: el nervio vago comunica intestino con cerebro y le informa de como está mi mente y pueden activarse cuadros de disbiosis intestinal o cuadros más severos. El estrés crónico nos inflama: gastritis, gastroenteritis, amigdalitis, dermatitis... Cada cual debe conocer sus síntomas para entender que está atravesando una época de estrés crónico".
Este tipo de estrés de también tiene consecuencias a nivel psicológico y la más destacada es la irritabilidad. "Nuestra batería mental se descarga a una velocidad impresionante y a mitad del día ya estás irritable, impaciente, no te encuentras bien, todo te irrita y te saca de quicio, tienes menos tolerancia a las personas de tu entorno, a tu familia, a tu pareja, a tus hijos, a tu jefe, a tus compañeros de trabajo".
Si este estrés y su correspondiente irritabilidad se mantiene en el tiempo pueden provocar que la persona sufra ataques de ansiedad o de pánico y con el tiempo derive en tristeza. "Muchas tristezas, muchas depresiones provienen de estados de alerta permanentes", asegura Marián Rojas-Estapé, "nuestra mente ha estado luchando contra algo, real o imaginario, que ha puesto tu estado de alerta a tope y sientes pena, apatía, falta de energía. A veces parecen depresiones, a veces son estados de agotamiento y saturación, incluso pensamientos obsesivos, tortuosos o de replanteamiento vital". Otra de las características destacadas es la búsqueda de la soledad, por lo que se produce un aislamiento.
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Regístrate para recibir este boletín quincenal que abundará en una idea de la que se habla poco: tener críos puede ser muy divertido.