Vivir en Cádiz

Los peligros de dormir con el ventilador encendido

  • Se calcula que estos aparatos pueden rebajar la temperatura de una habitación en torno a 5 grados pero son muchos los riesgos que corre nuestra salud

La llegada del calor nos invita a refrescar la casa para aminorar las molestias

La llegada del calor nos invita a refrescar la casa para aminorar las molestias / Juan Carlos Muñoz

Ahora que llevamos ya casi una semana con altas temperaturas que pueden estar dificultándonos la conciliación del sueño, muchos usuarios acuden a internet o bien a una tienda especializada para informarse para elegir para sus dormitorios el ventilador o el aire acondicionado para combatir el calor.

Cierto es que partiendo de lo más básico, el aire acondicionado tiene la capacidad de subir o bajar la temperatura de una habitación en muy poco tiempo y situarla justo al nivel que consideramos que nos puede mantener a gusto en un momento concreto del día y en un lugar exacto de nuestras casas. 

Sin embargo, el ventilador, solo remueve el aire, y de ese modo ocasiona un descenso en la sensación térmica de las personas. Un descenso que llega a ser de hasta 5 ºC y que puede ser la rebaja suficiente para conseguir conciliar el sueño para afrontar una jornada con más fuerza tras una noche algo más apacible.

Pero muchos especialistas hablan de las posibles desventajas de dormir con el ventilador encendido junto a nuestra cama y hablan, incluso, de riesgos para nuestra salud.

En personas que padecen alergia al polvo y a los ácaros, un ventilador puede remover partículas en la habitación o dispersar el polvo acumulado en el propio ventilador. El ventilador puede levantar ácaros del polvo, así como caspa de mascotas y muchos más patógenos, algo que puede provocar el agravamiento de  los síntomas de alergia o asma, que podrían finalmente ser otro motivo para no poder dormir.

Para estos casos se recomienda limpiar las aspas del ventilador antes de ponerlo para evitar que éstas estén cargadas de polvo.

Además, todos los lugares de la red consultados coinciden en que el aire que desprende el ventilador reseca la piel y las fosas nasales, algo que puede provocarnos dolor de cabeza y congestión nasal. Al tener las fosas nasales resecas se dice que los gérmenes pueden entrar con más facilidad en nuestro organismo.

Y si a esto le sumamos que el aire, si llega a nuestro cuerpo de una manera rítmica y constante, puede provocarnos rigidez muscular e incluso dolorosas contracturas, además de una molesta irritación en los ojos  así como sequedad de garganta, sobre todo si dormimos con la boca abierta, algo que se agrava si, además, se ronca.

Otro hecho que puede hacernos guardar hoy mismo el ventilador en la caja en la que lo compramos o incluso devolverlo si aún estamos a tiempo es que, por las mismas razones ya citadas, puede llevarnos a agravar el asma o la sinusitis si somos personas propensas a este tipo de dolencias.

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