Esta es una de las multas más graves que te pueden poner con el coche
Un gesto común en carretera está detrás de muchos incendios y es una de las multas más graves de la DGT
Dos detenidos en Ubrique por lanzar colillas encendidas desde su vehículo y huir
Cada verano, los incendios forestales vuelven a arrasar miles de hectáreas en España. La mayoría tienen detrás una causa humana: un descuido, una chispa o un gesto tan irresponsable como arrojar una colilla encendida desde la ventanilla del coche. Lo que parece un acto insignificante puede acabar en una tragedia ambiental y, por eso, la Dirección General de Tráfico (DGT) lo ha convertido en una de las infracciones más graves que existen al volante.
Una conducta sancionada con dureza
Desde la reforma de la Ley de Tráfico de diciembre de 2021, lanzar una colilla desde el coche está considerado infracción grave. La multa asciende a 500 euros y se pierden seis puntos del carnet de conducir. Antes de esa modificación, la sanción era más leve —200 euros y cuatro puntos—, pero el aumento responde a la necesidad de concienciar sobre el enorme peligro que supone este gesto, tanto para la seguridad vial como para el medio natural.
La Guardia Civil y la propia DGT han insistido en redes sociales sobre la importancia de evitarlo. En un reciente tuit, Tráfico recordaba que esta sanción no solo afecta a los conductores: si un pasajero es el que tira la colilla, también se le puede imponer la multa correspondiente. La responsabilidad, por tanto, no depende de quién conduce, sino de quién comete la infracción.
El vínculo directo con los incendios
Los datos son claros: el 97% de los incendios forestales en España son provocados por el ser humano, ya sea por negligencia, imprudencia o intencionalidad. En plena temporada de calor, con los montes secos y el viento actuando como acelerador, una sola colilla ardiendo es suficiente para originar un fuego incontrolable.
De hecho, si se demuestra que una colilla arrojada desde un coche es el origen de un incendio, la sanción puede ir mucho más allá de la multa administrativa: el responsable podría enfrentarse a penas de prisión de tres a seis años por un delito de incendio. Así lo recoge el Código Penal, que castiga con especial dureza los fuegos forestales por sus efectos devastadores en el medio ambiente y en la seguridad de las personas.
Fumar dentro del vehículo no está prohibido como tal, aunque puede llegar a ser sancionable si se considera que supone una distracción al volante. En ese caso, la multa podría alcanzar los 200 euros, de acuerdo con los artículos 3 y 18 del Reglamento General de Circulación. Sin embargo, la conducta que se considera realmente grave y peligrosa es arrojar colillas al exterior, donde el riesgo de incendio es real e inmediato.
Una cuestión de responsabilidad colectiva
Los agentes forestales insisten en que cada gesto cuenta a la hora de prevenir incendios. Más allá de las sanciones, se trata de una cuestión de responsabilidad ciudadana: no tirar colillas, evitar hogueras en el campo, no dejar basura ni vidrios y respetar las zonas de acceso restringido durante las olas de calor.
En definitiva, lo que a simple vista puede parecer un acto inofensivo —lanzar una colilla encendida por la ventanilla del coche— es en realidad una de las conductas más peligrosas y castigadas por la normativa. El precio no solo se mide en euros o puntos del carnet: está en los miles de hectáreas arrasadas, en los animales y plantas que desaparecen y en las vidas que cada verano quedan en riesgo por incendios que pudieron evitarse.
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