Marián Rojas Estapé, psicóloga, explica por qué enfermamos en verano: "El cuerpo está gritando algo que las emociones no han sido capaces de expresar"
La tensión acumulada y el estrés continuo provocan que, llegado el período vacacional, nuestro sistema inmunológico baje la guardia
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Con la llegada del verano, es frecuente que algunas personas tiendan a enfermarse. Más allá de los cambios bruscos de temperatura o la falta de descanso propia de la inevitable ruptura con la rutina, lo cierto es que la explicación se encuentra a veces en las propias experiencias personales previas a las vacaciones. Como explica la psicóloga Marián Rojas Estapé en redes sociales, estamos hablando de una "tensión acumulada". Es decir, "emociones no expresadas".
Ahora bien, ¿por qué sucede esto exactamente? Sin duda, es algo que a todos nos ha pasado y su base se encuentra en situaciones de estrés permanente. Según los últimos datos del Estudio Internacional sobre Salud Mental, elaborado por el Grupo AXA, un 63% de la población española asegura no ser capaz de relajarse. "Vivimos en modo supervivencia, en modo alerta, en modo sistema nervioso simpático, con ese famoso cortisol haciendo de las suyas porque siempre estamos luchando con algo real o imaginario", reflexiona la especialista.
¿Por qué nos enfermamos más cuando llegan las vacaciones?
Con más de cuatro millones de seguidores, Marián Rojas Estapé analiza un proceso silencioso que se origina mucho antes del período estival. "A todos nos ha sucedido. Llega un fin de semana, un puente largo, las vacaciones de verano... y, a los pocos días, aparece la gastroenteritis o un resfriado". De acuerdo con su explicación, se trata de una manifestación de las preocupaciones constantes o, más bien, de una liberación de las mismas.
"El cuerpo está gritando algo que las emociones no han sido capaces de expresar a lo largo de todo el año", sentencia. "Nuestras micro o macro batallas del día a día, donde intentamos gestionar las exigencias, los problemas, las incertidumbres...", ahí tiene lugar el malestar que aparece cuando la inquietud cesa. "Después de que nuestro sistema inmune haya estado luchando y aguantando todo el año, es como si bajara la guardia".
El descanso no es un premio, es una necesidad básica
"Es un tema fisiológico un poco complejo, pero me gustaría que lo entendieras como si tu organismo hubiera estado aguantando para que no te enfermases tanto durante el año y, a los pocos días de empezar a descansar, baja esa guardia y surge ese virus", prosigue la psicóloga. "O, simplemente, el cuerpo está agotado y tienes ganas de llorar constantemente. Sientes una enorme vulnerabilidad". Llegados a este punto, solo hay una respuesta posible: es necesario saber parar a tiempo.
"Tenemos que conocer nuestros límites antes de que nuestro cuerpo los grite en forma de síntomas. El descanso no es un premio, es una necesidad básica para poder vivir bien y prevenir enfermedades físicas y mentales", concluye la especialista. En concreto, el citado informe del Grupo AXA pone de manifiesto que el 59% de la población sufre estrés, el 48% depresión y un 23% ansiedad; algo que condiciona la rutina diaria de las personas y, según la publicación de Marián Rojas Estapé, se manifiesta cuando el organismo deja de enfrentarse a los problemas y se relaja.
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