Medio Ambiente

La lagarta peluda en Cádiz: qué es este insecto y cómo amenaza a Los Alcornocales

Lagarta peluda.

Lagarta peluda. / Erasmo Fenoy

Con la llegada de la primavera y las primeras olas de calor, el Parque Natural Los Alcornocales se llena del insecto conocido como lagarta peluda. Un año más han puesto en marcha los tratamientos aéreos para luchar contra esta plaga.

La especie Lymantria dispar se encuentra en toda la península ibérica, provocando defoliaciones en numerosos parques naturales a consecuencia de la alimentación de las larvas, ya que se desplazan dejándose colgar por un hilo de seda y son transportadas por el viento. De este modo, desde la Consejería de Medio Ambiente trabajan para proteger la masa arbórea del parque antes del desarrollo de esta especie en forma de plaga.

El insecto toma diversas formas al tratarse del macho o la hembra. La hembra es una mariposa de amplia envergadura, pudiendo alcanzar hasta los 3 centímetros de longitud y cubierta por pelillos de color anaranjado. A pesar de contar con alas desarrolladas, esta mariposa no vuela a consecuencia de su amplio abdomen abultado. En el caso del macho, el abdomen es bastante más pequeño, de menor envergadura y longitud del cuerpo que le permite volar fácilmente varios kilómetros. 

Su ciclo biológico es univoltino, es decir, que presenta una única generación al año. Ambos pueden pupar larvas. Mientras que las larvas pasan por seis estadios, los machos solo pasan por cinco. Su ciclo biológico depende de las condiciones climatológicas, por lo que suele ser en invierno cuando se forman los huevos y  con la llegada del calor cuando se produce la eclosión.

Cómo amenaza a los Alcornocales

Abril suele ser el mes común de la eclosión. La aparición de las primeras larvas hace que comience su fase de alimentación en la parte más alta de las copas de los árboles. La previa detección y realización de trabajos efectivos como los desarrollados en los Alcornocales son vitales para la supervivencia de los parques.

Una vez alimentados de la parte superior de los árboles, las larvas se colgarán de los hilos de seda para ser transportados por el viento a otras partes completas por hojas rebrotadas. Las distancias que recorren pueden ser de hasta un kilómetro, dependiendo de la variación y velocidad de los vientos. Si la plaga completa la destrucción de los brotes nuevos y de las hojas de años anteriores provocarían una defoliación total.

Tras completar esta fase larvaria, las orugas pasan a la fase crisalidar, en la cual se reúnen en grupos pequeños en la parte inferior de los árboles, junto a las ramas más pequeñas, en el mes de junio y emergen los adultos.

Cuáles son los principales daños

La alimentación constante de las larvas provoca que las hojas nuevas mantengan agujeros y que progresivamente desaparezcan al ser consumidas en su totalidad. Si la brotación no se ha producido cuando nace la larva, se alimentará de las yemas, sin llegar a destruirlas, de modo que se produzca la brotación, para posteriormente atacar los brotes recién nacidos. Si la plaga es muy intensa la oruga acabará alimentándose de las hojas viejas, produciendo la defoliación total.

En el caso de que la Consejería u otros organismos no actúen utilizando el fitosanitario biológico Bacillus thuringiensis, las pérdidas en el parque pueden ser numerosas, sobre todo en la producción de las masas de encina y alcornoque en Andalucía. Entre las consecuencias más destacadas se encuentran la pérdida de la cosecha de bellota, el crecimiento nulo del parque y la pérdida de producción del corcho. Esto provocaría una disminución de su crecimiento y en ocasiones la exfoliación del mismo.

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