Hacienda aumenta el control de transferencias de padres a hijos o familiares

El objetivo es detectar donaciones que no se declaren para evadir el impuesto sobre sucesiones y donaciones

Hacienda devolverá 1.200 euros a las personas que cumplan estos requisitos

Una mujer contando dinero
Una mujer contando dinero / M. G

Cada vez es más habitual que los padres ayuden a sus hijos a la hora de afrontar, por ejemplo, los gastos de la hipoteca de una vivienda, en un mercado cada vez más salvaje, para cualquier compra necesaria o simplemente para ayudarles en su economía familiar. Ante esta situación, la Agencia Tributaria ha intensificado la vigilancia sobre las transferencias bancarias entre miembros de una misma familia, con el fin de detectar posibles donaciones que no hayan sido declaradas oficialmente y así prevenir el fraude fiscal. Esta medida pone especial atención en los movimientos de dinero entre padres e hijos, un ámbito donde se ha identificado un aumento en las operaciones que podrían eludir el pago de impuestos.

Los bancos están legalmente obligados a informar a Hacienda cuando se realicen transferencias iguales o superiores a 3.000 euros. El problema es que este límite permite identificar operaciones que, aunque frecuentes entre familiares, podrían esconder una donación no registrada.

Cuando los movimientos superan los 6.000 euros, el nivel de supervisión se incrementa considerablemente. En estas situaciones, el receptor puede ser requerido por la Agencia Tributaria para explicar el origen del dinero. Si se determina que se trata de una donación, deberá pagarse el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, cuya cuantía varía según la comunidad autónoma y el grado de parentesco entre las partes.

Multas de hasta el 150 por ciento

No declarar estas transferencias como corresponde puede conllevar consecuencias económicas graves. Las sanciones por no tributar una donación pueden oscilar entre el 50% y el 150% del importe no declarado, además de los intereses de demora que correspondan.

En los casos más graves, si no se justifica adecuadamente el origen de los fondos, la sanción puede alcanzar hasta 150.000 euros. Por ello, es esencial que tanto quien envía como quien recibe la transferencia conozcan y cumplan con sus responsabilidades fiscales para evitar problemas legales y económicos.

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