Carlos Pérez, mejor mecánico de España, lanza una advertencia: "Hay que evitar el combustible low cost"

El mecánico pone sobre aviso a los usuarios sobre los combustibles baratos que escoden riesgos que pueden salir caros a los conductores

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Carlos Pérez recomienda no usar el combustible 'low cost'
Carlos Pérez recomienda no usar el combustible 'low cost' / D. C.

El precio de la gasolina continúa siendo uno de los grandes quebraderos de cabeza para los conductores. Aunque en los últimos meses se han registrado ligeras bajadas, llenar el depósito sigue suponiendo un desembolso considerable para miles de familias, lo que ha disparado el interés por encontrar alternativas más baratas en las estaciones de servicio.

Las gasolineras de bajo coste, cada vez más presentes en carreteras y zonas urbanas, se han convertido en una opción habitual para quienes buscan ahorrar unos céntimos en cada repostaje. Sin embargo, lo que a primera vista parece una ventaja económica puede transformarse en un problema a medio y largo plazo. Y así lo advierte con claridad Carlos Pérez, reconocido como mejor mecánico de España en 2025.

Carlos Pérez, desde su taller en Valladolid, recuerda que no es el grado de octanaje lo que realmente pone en peligro el motor, sino la calidad del combustible que se compra. El especialista alerta de que usar gasolina de bajo coste puede suponer graves problemas para cualquier vehículo y que, a menudo, lo barato termina saliendo caro.

El origen del mito

Muchos conductores creen que repostar gasolina de 98 octanos en lugar de 95 es una inversión inteligente para proteger el motor o ganar rendimiento. Sin embargo, Pérez sostiene lo contrario: "La mayoría de vehículos están diseñados para utilizar gasolina de 95. Aunque puedan funcionar también con 98, el beneficio real es escaso". El octanaje solo importa si el motor ha sido fabricado para aprovecharlo; de otro modo, ese gasto extra rara vez se traduce en ventajas significativas.

Lo que sí importa: la calidad del combustible

Para Pérez, el verdadero riesgo se encuentra en los combustibles low cost. Estos productos pueden venir sin aditivos protectores, o con una proporción menor de ellos, lo que los hace más agresivos para los componentes del sistema de alimentación del vehículo.

El propio especialista lo resume con claridad: "El precio puede ser tentador, pero a largo plazo, el uso de combustibles de peor calidad puede provocar averías y un mayor desgaste del motor, con el coste que eso supone en reparaciones", explica el especialista de Talleres Gabilondo.

Según el mecánico, la calidad de los aditivos marca diferencias significativas. "Estos son los que ayudan a mantener limpio el sistema de alimentación y a prevenir la acumulación de residuos en el motor, lo que puede afectar al rendimiento y la durabilidad del vehículo", añade. "Aunque todas las gasolinas proceden de los mismos mayoristas, las marcas de referencia añaden aditivos protectores que cuidan el motor. En cambio, muchas low cost no incorporan estos elementos o lo hacen en menor proporción, lo que con el tiempo puede dañar el sistema de alimentación", afirma Pérez.

Averías que se pagan caro

Cuando depósitos, tuberías o inyectores están en contacto prolongado con combustibles de baja calidad, se acumulan residuos que:

  • Reducen el rendimiento del motor.
  • Elevan el consumo de combustible.
  • Provocan averías costosas en sistemas delicados.

Esa acumulación puede afectar también al buen funcionamiento del catalizador, la bomba de combustible o los filtros, con consecuencias que superan con creces la diferencia de precio que parece tan atractiva al repostar.

Consejos prácticos frente al surtidor

Carlos Pérez ofrece varias recomendaciones claras para los conductores que quieren proteger su vehículo sin caer en engaños:

  1. Usar siempre el tipo de gasolina que indica el fabricante, ni más ni menos. El coche está diseñado para funcionar con unas especificaciones concretas.
  2. No alternar entre 95 y 98 pensando que eso "refuerza" el motor. Según Pérez, hacerlo no aporta beneficios reales y puede dificultar el seguimiento del rendimiento del vehículo.
  3. Priorizar marcas fiables con comprobada calidad de combustible y revisar informes de organismos como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que analizan composición, octanajes reales, aditivos y posibles contaminantes.

La advertencia de Carlos Pérez no es menor: lo que se reposta hoy puede afectar al coche dentro de meses o años. Aunque la gasolina de 98 pueda parecer "mejor", para la mayoría de los vehículos no lo es si el motor no lo aprovecha. En cambio, elegir un combustible de calidad, incluso si cuesta unos céntimos más, puede suponer evitar averías costosas, mantener un rendimiento óptimo y prolongar la vida útil del vehículo.

El mensaje principal es contundente: no conviene ahorrar en lo que parece irrelevante si al final puede salir mucho más caro. Evitar las gasolineras low cost no es un lujo, sino una decisión inteligente si se quiere que el coche siga funcionando bien.

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