El humo procedente de los incendios de Canadá llegó este martes a Cádiz, cubriendo desde entonces buena parte de los cielos gaditanos con una especie de calima, que en realidad es una nube densa con partículas de hollín.

Esta masa ha entrado en la península ibérica primero por la costa de Portugal, adentrándose también por el norte y hasta llegar al centro de España. Pero este mismo miércoles ha tomado la zona oriental del mapa, llegando incluso al Mediterráneo e Italia.

Así lo confirman desde la Aemet (Agencia Estatal de Meteorología), que anuncia en sus redes que "el humo procedente de los incendios de Canadá cubre la mayor parte de la Península. Incluso se ha adentrado en el Mediterráneo: llega hasta Italia. Las partículas en suspensión pudieron hacer que las temperaturas registradas el martes fuesen ligeramente inferiores a las previstas".

Otros meteorólogos como Silvia Laplana o Mario Picazo, por su parte, también han compartido en su perfil de twitter el fenómeno que atraviesa el país. Mientras que Picazo informa de que "el satélite Terra de la NASA capturó esta imagen de humo a la deriva a través del Océano Atlántico entrando por el noroeste de Portugal y España este pasado 26 de junio de 2023", Laplana comentaba que el humo "se extiende por el cielo de la península dejándolo turbio".

El humo de los incendios forestales ed Canadá ya va llegando a Europa. El satélite Terra de la NASA capturó esta imagen de humo a la deriva a través del Océano Atlántico entrando por el noroeste de Portugal y España este pasado 26 de junio de 2023. https://t.co/GxaU1nGxA4 pic.twitter.com/bwvMB7kHF4

— Mario Picazo (@picazomario) June 28, 2023

Un viaje por corrientes en chorros

El gaditano experto en meteorología Pablo Soto explicaba a este medio que esto es posible gracias a la circulación atmosférica, que permite que el humo provocado por los incendios de Norteamérica se trasladen por corrientes en chorros en altura, alcanzando finalmente Europa.

"La configuración atmosférica actual ha posibilitado este viaje a nuestra latitud, lo que nos deja una estampa en el cielo gaditano como nublado o una especie de calima, pero no lo es, es humo".

Un humo que se extiende a 3.000 metros de altura y que "no afecta a la calidad del aire, no hay ceniza como ocurrió con el incendio de Doñana que también llegó a Cádiz y que es el ejemplo más cercano en el tiempo que tenemos".