En días en los que la lluvia no cesa, muchas casas se llenan de estampas que bien dejar al borde de un ataque de nervios a los amantes del orden. Esto se debe a cuartos y salones que acaban conviviendo con tendederos repletos de camisetas y pantalones mojados.

Por supuesto, este dilema no existe para los que tienen en su poder una secadora. Sin embargo, para el resto de personas sin este electrodoméstico, no queda otra que tender en casa. Y a esperar que la ropa quede lo mejor posible.

En lugares como Cádiz, donde además de la lluvia se alcanzan niveles altos de humedad, se siguen una serie de consejos domésticos para sortear los inconvenientes de no poder usar una azotea o un patio.

Los trucos para secar la ropa dentro de casa en días lluviosos

• Ropa espaciada en el tendedero. Vaciar rápido el cubo de la ropa es tentador. Aunque de nada sirve si después las prendas lavadas van de vuelta al cesto por malos olores. Una de las formas de evitar que esto pase es colocar las prendas con mucho espacio y evitando que se causen pliegues que retengan la humedad.
• Dar la vuelta a la ropa. Otra idea útil es darle la vuelta de manera periódica a las prendas que están tendidas para facilitar su secado.
• Un centrifugado más. Cuanto menos mojada salga la colada de una lavadora, menos quebraderos de cabeza dará el proceso de secado. Así que una máquina de lavado con opción de centrifugado extra es vital en estos casos. 
• Deshumidificador o radiador. Los primeros son ideales para quitarle humedad a la sala, facilitará mucho las cosas. Tampoco es mala idea la de dejar la ropa en una habitación con calefacción o encima de un radiador. Eso sí, será mejor poner encima una sábana o una prensa a la que no se le tenga tanta estima. Así, no habrá contacto directo de la ropa limpia con el radiador.
• El viento como aliado. Si hay viento y sol, no hay discusión. En caso de que haya que conformarse solo con el viento, en días de lluvias tampoco está nada mal una buena brisa. Así que lo aconsejable tender en habitaciones con ventanas abiertas. Por supuesto, hay peros. Esto no es posible si está lloviendo demasiado o si las temperaturas son muy bajas.
• Lavadoras con menos ropa. Un consejo que duele, debido al momento energético que vive toda España con facturas de la luz por las nubes. Sin embargo, en circunstancias desesperadas, toca capitular. Un claro ejemplo de menos es más. Al poner menos ropa en la lavadora, se facilitará que haya especio suficiente en el tendedero.
• Aprovechar la mañana. En las horas con más luz, es más probable que la ropa seque antes aunque haga mal tiempo.