Los taxistas claman al cielo ante el reciente anuncio de la Junta de Andalucía. Las licencias VTC (Arrendamiento de Vehículos con Conductor) serán reguladas, "con limitaciones", a través un decreto ley que tendrá que entrar en vigor este 1 de octubre.

Hasta ahora un decreto nacional, la Ley 13/2018 de 28 de septiembre, impulsada por el ex ministro de Fomento, Santiago Ábalos, había servido de barrera. Durante cuatro años, los VTC han estado limitados al servicio interurbano, sin posibilidad de aceptar viajes urbanos. Una decisión que se tomó en el marco de una fuerte crisis nacional en el sector que causó algunos disturbios en las principales ciudades. 

Sin embargo, esa misma ley recogía que una vez pasados cuatro años, a partir del 1 de octubre de 2022, las comunidades autónomas deberían tener listo un marco legislativo para que las VTC operaran dentro de las localidades. Esa fecha ha llegado y el sector del taxi vuelve a la calle, temeroso de la irrupción en Cádiz de las plataformas tecnológicas que gestionan licencias VTC. En otras comunidades, ya se trabajó en la normativa para encajar la convivencia entre unos y otros.

¿Pueden llegar las VTC a Cádiz?

La Consejería de Fomento de la Junta, según una nota de prensa, intentó que se le concediera una moratoria para no aplicar todavía el servicio urbano a las VTC y recibió la negativa del Gobierno. La respuesta fue que se aplicara la legislación vigente que limitaba a cuatro años la inexistencia de un marco legislativo autonómico para servicios urbanos de VTC. El tiempo se ha agotado y la administración autonómica debe adaptar las VTC a las ciudades. 

En 2018, la Junta ya presentó al sector del taxi un borrador donde planteaba medidas de convivencia entre VTC y taxi a través de una reordenación del transporte. Se trataba de un análisis exhaustivo de 500 páginas. Ahora, el Gobierno regional vuelve a sentarse con los implicados para tratar de elaborar un texto de consensos.

Los puntos que la Junta tendrá que regular para las VTC son los siguientes: condiciones de precontratación, solicitud de servicios, captación de clientes, recorridos mínimos y máximos, servicios u horarios obligatorios y especificaciones técnicas del vehículo.

Una vez que la Junta publique el decreto ley, los conductores VTC que lo requieran podrán operar en Cádiz con las condiciones estimadas. Antes de la llegada las tecnológicas multinacionales como Uber y Cabify, las grandes poseedoras de licencias VTC, las personas con un permiso VTC solo podían hacer servicios especiales en una ciudad.

La batalla entre taxis y VTC es larga. Los primeros, afean que es más fácil conseguir una licencia VTC tanto por dinero como por exigencias. Mientras que un taxista debe someterse a los requisitos de cada municipio, un conductor de VTC logra una licencia en menos pasos y sin pasar un examen del callejero, por ejemplo.

En cuanto al pago de la licencia, la del taxi va de los 70.000 a los 100.000, mientras que la de VTC cuesta entre 40.000 y 60.000 euros. También dicen desde el sector que ellos cuentan con unas tarifas acordadas de antemano por ley. Mientras que Uber y Cabify están liberados de eso, los precios al consumidor se pueden disparar en horas de alta demanda.

El propio borrador que la Junta de 2018, al que ha accedido este periódico, reconoce que los trámites administrativos para los taxistas son más duros. Esta es una de las razones por las que la Junta procurará no dar rienda suelta al completo a los VTC y dejarles operar pero bajo unos límites. Mientras ha durado el tiempo de pausa, Fomento informó que para evitar competencia desleal realizaron 1.797 inspecciones a VTC y 674 a taxis en el periodo comprendido entre 2019 y 2022.

La proporción en Andalucía es de un VTC por cada 2,7 taxis. Un 19% de las autorizaciones en España.  En 2018, en la provincia de Cádiz había 1.1160 taxis frente a 116 VTC. De estas, el 76% concentradas en Jerez, Algeciras y San Roque. En la capital, curiosamente solo había licencias para 6 municipios. Asimismo, la concentración de esos permisos bajo las mismas titularidades era escasa.