El Sistema Europeo de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (Rasff) ha emitido una nueva alerta sanitaria que afecta a las sandías aunque en esta ocasión hacen referencia a frutas procedentes de España. El Rasff informa de la detección de un exceso del pesticida Flonicamida aunque no ofrezce información sobre la marca, el lote, ni ningún otro dato identificativo de la ubicación de lugar donde se cultivaron estas sandías.

Las autoridades de Países Bajos han dado el aviso tras confirmar que la proporción de residuos de este pesticida es de 0'74 mg/kg-ppm, cuando su Límite Máximo de Residuos (LMR) está establecido en 0'4 mg/kg-ppm. El Rasff ha enmarcado esta alerta en un nivel de riesgo catalogado como "serio".

Según Facua, la Flonicamida es un insecticida sistémico perteneciente a la familia química de las Piridinacarboxamidas. Se emplea para el control de más de 40 tipos diferentes de pulgones en un amplio rango de cultivos como frutales, hortícolas, extensivos y ornamentales.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) dependiente del Ministerio de Consumo todavía no ha notificado este aviso pese a que la alerta europea del Rasff se emitió el pasado 27 de julio.

Falta de información a los consumidores

Facua denuncia falta de información del Rasff que imposibilita que los consumidores puedan comprobar si han comprado o consumido alguna de las sandías afectadas por este exceso de pesticida. Además añade que esta opacidad a la hora de reconocer o localizar un producto no hace más que verter una sombra de sospecha sobre todas las empresas que lo comercializan. Por ello, la asociación considera necesario que estas alertas europeas incluyan una información más amplia para poder conocer al menos la marca o lote afectado.

El Rasff ya alertó por sandías de Marruecos

No es la primera alerta alimentaria que el sistema europeo activa este verano por presencia de exceso de pesticidas en sandías. La anterior se conoció a finales de julio aunque en aquella ocasión fue España quien notificó el aviso por la presencia de metomilo, un pesticida no autorizado, en sandías procedentes de Marruecos.

El metomilo puede llegar a tener consecuencias graves para la salud. Los síntomas de intoxicación que exponen son dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, sudoración excesiva, temblores, debilidad muscular y visión borrosa. Incluso la combinación de esta sustancia con alcohol puede causar parálisis del sistema nervioso central y periférico y fallos renales.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) realizó en 2020 un informe donde determinó que el 41,69% de frutas y verduras consumidas en España contenían plaguicidas. La normativa europea trata de ser cada vez más restrictiva con la entrada de alimentos que estén contaminados por sustancias tóxicas.