javier jiménez. matador de toros

"Parte de mi futuro depende de lo que logre en la confirmación"

El matador de toros Javier Jiménez (Espartinas, 1990) se prepara intensamente para una de las citas clave de su carrera, la confirmación en Madrid, que tendrá lugar mañana, 15 de agosto, en el cartel de la Virgen de la Paloma, en un festejo en la Monumental de Las Ventas donde alternará con Carlos Escolar Frascuelo y Ángel Teruel, con toros de Santiago Domecq.

-¿Cómo afronta y qué supone su confirmación?

-Voy con mucha ilusión. Como el de la alternativa, es un día que no se vuelve a repetir en la carrera de un torero. El cartel es bonito y en la plaza más importante del mundo. Parte de mi futuro depende de lo que logre en la confirmación. Las Ventas es una plaza que si las cosas salen bien te ayuda a lanzar tu carrera; si sale mal, no se acaba el mundo. Sobre todo, quiero vivir la tarde intensamente y disfrutar toreando.

-Analice el cartel.

-No he toreado ni con Frascuelo ni con Teruel. Son dos toreros con mucho cartel en Madrid y de la línea clásica. La ganadería la están matando las figuras y me estreno con ella; en principio, es de categoría y la corrida es con toros para Madrid, pero bien hecha.

-Llega con pocas corridas, poco placeado.

-He toreado cuatro corridas este año. Pero no soy quién para quejarme. La primera fue en Sevilla. Luego corté una oreja en Osuna; dos en Estepona y el fin de semana pasado tres y rabo en Íscar. En las dos primeras corridas no funcionó la espada, pero el balance es positivo y, sobre todo, me he encontrado mejor delante de los toros.

-¿Le obliga la escasez de oportunidades a buscar con más ahínco el triunfo en Madrid?

-En Madrid se juega uno más. Estoy en la situación de un torero joven que precisa dar un toque de atención para colocarme y dar un pasito adelante. Madrid es una de las plazas que da y que quita.

-En Sevilla rozó el triunfo.

-Tuve sensaciones buenas. Iba muy convencido del triunfo. No acerté con la espada y no salió. Pero interiormente fue muy positivo.

-Desde su alternativa en 2014 en la Maestranza, donde cortó una oreja, ¿cuántas corridas de toros ha sumado?

-El año pasado fueron una docena y esta temporada llevo cuatro. En total, he toreado dieciséis corridas como matador de toros.

-¿Creía que iba a ser así de duro su despegue en el escalafón superior?

-Sí. Lo tenía claro. Lo he visto en otros compañeros. Yo, afortunadamente, no he parado de torear.

-¿En qué momento de su carrera se encuentra?

-Estoy a punto de romper. Llevo un año y medio como matador y me estoy cuajando como torero para dar el salto.

-¿Hacia dónde camina su toreo?

-Siempre he apostado por el muletazo largo y con profundidad. Gracias a mi apoderado, José Luis Peralta, estoy poniendo más gusto. Hay que ponerle sentimiento porque de lo contrario, al final, uno es un robot. Hay que dejarse llevar para transmitir.

-Acostumbrado a torear muchos festejos al año como novillero a tan pocos esta temporada, ¿se pierde sitio?

-No. Son etapas. Lo importante es tener las ideas claras. La paciencia es lo más importante. No he perdido el sitio.

-¿Y se pierde confianza?

-Sí y no. Si estás mentalizado y entrenado no te ves raro delante del toro.

-¿Se ve en breve en ese grupo que encabeza el escalafón?

-Lucho por ello. -¿Qué hace falta para llegar ahí?

-Necesito triunfar en las citas importantes y ser diferente.

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