Los rostros de un día que no se olvida: contra el agua y contra el fango
Hay muchos más, pero ellos son los rostros de la Riada que hace ya diez años, en plena conmemoración del 50º aniversario, elegimos mientras preparábamos la exposición “El río de la memoria” para el Museo de Chiclana. La idea era relativamente sencilla, aunque aún quedaba ponerles nombre y apellidos, localizar, también a los protagonistas de las fotos de aquel 19 de octubre de 1965. Así que junto a José Luis Aragón Panés le propusimos a Pedro Leal retratar a aquellos héroes –que es lo que parecían, lo que fueron, en representación de toda la ciudad– cincuenta años después, pero en la misma calle y con idéntica pose.
Elegimos seis, pero había una fotografía que teníamos muy claro, la de Encarni Pedrero García, en la Huerta Chica, ante somieres, bicicletas y una calle completamente destrozada. Sujeta una pala en la mano derecha que el encuadre de Juan Martínez Neto, Juman, le corta. La cara nos deja adivinar lo que ocurrió: una total incredulidad. Aquella pala nos llevó a otra foto plena de simbolismo, reconocida también por un pasodoble que Federico Rodríguez García, El Cote, escribió para la comparsa portuense “Los gondoleros de Venecia”, y del que sabíamos la identidad del niño: Miguel Pérez Moreno. El niño, por cierto, como se ve en la imagen captada por los fotógrafos González & Fernández para la revista Cádiz Gráfico no tenía una pala, sino dos y estaba en la bodega de Moreno y Virués. “Este muchacho fue uno de los que tuvieron que ser rescatados por el aire de Las Albinas”, decía el pie de foto de la revista.
Las otras fueron llegando. La de Mari Carmen y María de los Ángeles Casanova Escolar, las dos niñas llenas de fango que aparecieron en la revista AMA captadas por la cámara de Alejandro en la calle de La Vega. “Entre el agua y el barro estas niñas buscan las cosas de la escuela”, señalaba el pie de foto. De Fuente Amarga venían las dos, buscando lo que fuera, lo que hubiera quedado en la calle a salvo del fango. Diego Vela Cerrato nos enseñó una foto frente al bar El 22, en la calle Carmen Picazo junto al mismísimo Puente Chico. Con la familia, limpiaba los enseres del bar. Son Tránsito, como no podía ser de otro modo, se volcó en ayudar cocinando para quien hiciera falta en el Hospital del Niño Jesús. Y allí, con la monja de la Congregación de San Vicente de Paul, aparecen dos adolescentes: Paquita Moreno López y Pili García Velázquez, a las tres las capta la cámara de Juman para Diario de Cádiz. Sor Tránsito murió en 2014, un año antes de la foto de Pedro Leal.
Quien acaba de fallecer, ahora, es Paco Parro, el sastre, quien aparece en la revista AMA fotografiado también por Alejandro y el rostro entre cansado y desesperado. Un pie de foto que resume aquel calvario que vivió la ciudad aquella mañana: “Contra el agua y el fango”. Paco representa esa generación que vivió y que recuerda la Riada como si fuera ayer mismo, como si fuera esta misma mañana, y que va desapareciendo. Su imagen, permanecerá siempre. Como el recuerdo.