En la Sierra se ha armado este sábado un gigantesco Belén. En el sentido estricto de la palabra, media docena de pueblos se echaron a la calle para levantar singulares nacimientos vivientes que, cada vez, cobran mayor protagonismo en estas fechas prenavideñas como un atractivo turístico de peso, que atrae a cientos de visitantes. Y es que ganas había y muchas, ya que hacía varios años que no se ponían en pie estas representaciones a causa de la pandemia, en unos casos, o como pasó el año pasado, que el mal tiempo obligó a cancelar estas recreaciones en la comarca de la Sierra.

Así que los belenes vivientes recobraron vida gracias a la participación de un gran número de vecinos que, por un día, se convirtieron en protagonistas para recrear un buen número de escenas del Nacimiento de Jesús. Arcos armó su gran Belén viviente, que está considerado de los más grandes de la provincia y que ocupa el destacado espacio de su conjunto monumental. Sobre las seis de la tarde, la nueva Corporación Municipal, encabezada por el alcalde Miguel Rodríguez, daba el pistoletazo de salida, en la arcense Cuesta de Belén, a la apertura del itinerario donde se disponían las 34 escenas que dan vida a este evento.

Este año, este gran Belén arcense, donde participaron más de 250 actores por un día, no contó por estar en obras con la superficie de la plaza del Cabildo, punto neurálgico en otras ocasiones de la representación de escenas de labranza, de huertas, pastores. Así que los promotores han reestructurado esos pasajes en los aledaños para disfrute de grandes y pequeños. Como en otras ediciones, Arcos diseñó un itinerario de un único sentido para garantizar la seguridad ante las aglomeraciones que se esperaban. Se esperaba conseguir una afluencia cercana a las 20.000 visitas. El de Arcos está declarado de interés turístico de Andalucía y su puesta en escena es un aliciente muy importante para la hostelería del lugar, que espera esta fecha en el calendario como agua de mayo.

La Virgen María buscando posada en el Belén de Espera.

A este distintivo turístico aspira, también, el Belén viviente de Espera, que se celebró durante la jornada con la participación de cientos de vecinos y visitantes. Sabiendo el gran tirón de la jornada, el Ayuntamiento espereño programó la apertura de distintos puntos patrimoniales para aprovechar la visita de los forasteros para que, además del belén, conocieran otros emplazamientos como, por ejemplo, el museo local.

“La gente se acerca y aprovecha también para comprar nuestro rico aceite y molletes, dos productos que dan identidad a Espera. Para nosotros es una cita importante puesto que bares y restaurantes se pueden beneficiar con los desayunos o almuerzos que dan. Esta mañana de sábado, ha llegado un autobús de Bollullos y sus ocupantes están aprovechando para conocer el Molino de Espera”, explicó la alcaldesa de la localidad, Tamara Lozano.

El Belén espereño ofrece un particular emplazamiento pues se ubica a las faldas del Castillo de Fatetar. “Contamos con un decorado natural y con un pueblito hecho bajo el castillo que se mantiene todo el año”, afirmó la regidora durante el evento. Tras el pasaje de la Virgen buscando posada, sobre las dos y media de la tarde se abrió al público el itinerario, donde no faltaron las degustaciones de la repostería y productos típicos.

También Coto de Bornos, Ubrique, Olvera y El Gastor celebraron de tarde sus belenes, congregando a grandes y pequeños en estas fiestas que se han convertido en la antesala de la programación navideña de estos municipios . El público no quiso perderse estos nacimientos tan vivos.