HAY muchas estampas bellísimas en la Semana Santa de Cádiz. Desde un palio luciendo con su candelería encendida hasta imágenes veneradas por callejuelas estrechas de los barrios más pintureros. Sin embargo, los Cuerpos de Acólitos se han ido haciendo un hueco importante en nuestra cultura desde hace algunas décadas. Hoy traemos a esta sección de especialistas a dos pertigueros del Cuerpo de Acólitos que acompaña a cofradías como Sentencia. Se trata de Toni y Manuel, que son los responsables que dirigen con su buen hacer a un cuerpo de acólitos fundado hace más de dos décadas por la hermandad de Borriquita. Manuel, que procesiona en el Cristo, fue uno de sus miembros fundadores, mientras que Toni lleva con ellos desde 1998, y recuerda que empezó con apenas 15 años. "Llevo como pertiguero de este Cuerpo de Acólitos, junto con mi compañero, desde que empezamos prácticamente. Los dos éramos dos críos y ahora ya estamos casados, tenemos hijos, pero aquí seguimos porque es algo que nos gusta mucho", decía Toni momentos antes de que Sentencia saliera a la calle el Miércoles Santo.

Esta devoción no es algo que venga de familia a Toni. "No, yo no tengo hermanos ni es algo que haya visto en mi casa. La devoción me vino desde muy pequeño. Empecé como monaguillo y cuando se organizó el grupo me pareció buena idea formar parte de él. Ahora podría decirse que somos una familia".

Aunque el Cuerpo de Acólitos se fundó en la parroquia del Carmen, Manuel recuerda que ya al segundo año los llamaron de Sentencia "y hasta el día de hoy". "También hacemos salidas procesionales por otras localidades de la provincia", relata. "En aspecto de calle, quizá por la estrechez y por las aglomeraciones que se forman a partir de la plaza de las Canastas, quizá sea Sentencia la cofradía donde más apuros pasamos, pero bueno, se gana experiencia con los años y gracias a Dios nunca hemos tenido ningún tipo de percance", cuentan.

Como dato anecdótico, los trajes que lucen Manuel y Toni se hicieron a medida, por lo que parece que a ambos les quedan aún muchos años recorriendo las calles gaditanas en el centro de ese cuerpo de acólitos que desprende seriedad y saber estar en cada cortejo.

Toni reconoce que antes de salir por la puerta de la Merced, cada año pide por su familia y reconoce que vivirá la jornada del Jueves Santo porque su hijo mayor, de sólo seis años, se estrenará como acólito en el Perdón y "a las tres de la mañana ahí estará en Santa Cruz con su naveta".

Por su parte Manuel, que hace las funciones de pertiguero en el paso de misterio de Sentencia, también comenta que para llevar a cabo su labor "hay que estar bastante centrado. Es algo que se va perfeccionando con los años, pero todos nos conocemos desde hace muchos años".

El Miércoles Santo, tras casi ocho horas de procesión, Toni y Manuel regresaron con ese paso idéntico de sus compañeros y dando una sobriedad y elegancia a la procesión notables.