La Tribuna Cofrade

El vía crucis de 1986

  • Humildad y Paciencia volverá a presidir el vía crucis de hermandades 37 años después

  • Las cofradías confían en que el alcalde tome cartas este miércoles en el problema de Candelaria

  • Varias hermandades piden que la carrera oficial empiece en San Juan de Dios

El Cristo de la Humildad y Paciencia, en el vía crucis de 1986.

El Cristo de la Humildad y Paciencia, en el vía crucis de 1986.

En la Cuaresma de 1986 el Cristo de la Humildad y Paciencia salió en vía crucis por las calles de la feligresía, en una sobria parihuela con los respiraderos exornados con paños de bocinas y pequeños faroles en las esquinas, como permite recordar esta fotografía sacada de los archivos. Este rezo público se ha considerado siempre por el Consejo como la participación de esta imagen en el vía crucis general de hermandades (de hecho en la foto se ve a Francisco Carnota con un farol delante de la parihuela), de ahí que hasta este año no haya sido designada la portentosa imagen de Pimentel, que también salió en vía crucis en la Cuaresma de 2013 y en la de este año 2022.

El Cristo de la Humildad volverá a salir a las calles al inicio de la próxima Cuaresma, en un vía crucis que ya empieza a diseñar el Consejo y la propia cofradía. Se plantea la opción de repetir el formato de este año, trasladando al Cristo a la Catedral en la jornada del viernes; una posibilidad que habría que calibrar con mucho cuidado, teniendo en cuenta que en 2023 sí habrá -previsiblemente- Carnaval en la calle con absoluta normalidad, lo que sería incompatible con la salida de una imagen. La otra opción es volver a la fórmula anterior a la pandemia, con la imagen trasladándose a la Catedral el mismo lunes para regresar al término del rezo de las estaciones.

Sea el formato que sea, no deja de ser una gran bienvenida a la Cuaresma ver al Cristo de la Humildad y Paciencia presidiendo el vía crucis 37 años después (que se dice pronto). Cómo hemos cambiado desde 1986 hasta la actualidad…

Candelaria

Las cofradías están a la espera de los acontecimientos que puedan darse este próximo miércoles, que según tiene entendido el Consejo será el día en que la concejala de Cultura y Fiestas se reúna con el alcalde para transmitirle el problema que puede generar la obra de la Plaza de Candelaria, hasta el punto de que puede quedar totalmente inutilizada para Semana Santa, lo que obligará a grandes cambios en la configuración de cada jornada y en los itinerarios de un buen número de hermandades. La decisión de la Peña la Estrella de trasladar ya sus actos carnavalescos a la plaza de la Catedral no es buen augurio, a lo que se une el calendario de tramitación de la obra, que de momento tiene que esperar hasta el 18 de noviembre para saber si esta vez hay o no ofertas para su ejecución.

Una cosa que parece clara si finalmente no se puede transitar por Candelaria es que el Campo del Sur va a ser casi una carrera oficial el próximo año, por el número de hermandades que lo tomarían como camino de regreso a sus templos. La Policía tendrá que hacer un esfuerzo en este sentido.

Carrera oficial

Cofradía de La Borriquita. Semana Santa de Cádiz 2022 Cofradía de La Borriquita. Semana Santa de Cádiz 2022

Cofradía de La Borriquita. Semana Santa de Cádiz 2022 / Julio González (Cádiz)

Estos días se ha sabido que un grupo de hermandades dirigió un escrito al Consejo solicitando la revisión del actual itinerario de la carrera oficial, planteando un inicio en San Juan de Dios directamente y no en la calle Nueva. Pero la comisión de Semana Santa que tiene establecida el Consejo y en la que se integra un hermano mayor de cada jornada ha mantenido una reunión y ha descartado esta posibilidad, apostando por recortar la carrera oficial en su tramo final (que en lugar de Novena acabe en Palillero) y no en el principio.

De cara a Semana Santa, se está también a la espera de que el Ayuntamiento se pronuncie sobre la posibilidad de reformar los palcos de Palillero y de habilitar la tribuna de autoridades en San Juan de Dios, además de construir nuevos palcos tanto en esta plaza como en la Catedral. Y en el trabajo de la carrera oficial, también preocupa las vallas de la calle Nueva, que el público mueve a su antojo estrechando conforme avanza cada jornada el pasillo por el que discurren las hermandades, por lo que habría que plantear algún sistema de anclaje o similar.

Delegación Diocesana

Sorprendente cambio de rumbo del anterior Secretariado de Hermandades, cambiando su estructura y organización para convertirse en Delegación Diocesana. Rafael Guerrero, que era la persona prevista, contará con el mismo equipo que trabajaba con Alfonso Caravaca para seguir desarrollando esa labor ingrata muchas veces de asistir a las hermandades de la diócesis y velar por el cumplimiento de las normas. Mucha incertidumbre ante esta nueva etapa en la relación de las hermandades con la Iglesia local; mucho trabajo por delante y una necesidad grande de remar todos en el mismo rumbo. Curas incluidos…

Cigarreras

Se confirmó la única candidatura de José Pablo Ceballos, que vuelve a presentarse al cargo de hermano mayor y que ha conformado un equipo que busca devolver la normalidad al seno de la hermandad e incentivar su vida diaria y su labor pastoral. No debiera tener problemas, pues, para resultar elegida en el cabildo del 25 de noviembre. En todo este camino que está recorriendo la hermandad del Miércoles Santo, bien hay que resaltar el papel que está jugando el todavía hermano mayor, José Manuel Gomila, que ha optado por facilitar al máximo las cosas y por evitar cualquier intervención de la cofradía, aunque para ello se tenga que marchar de forma poco deseada. En los momentos difíciles es donde hay que valorar al personal, y Gomila puede dejar el cargo más que orgulloso del respeto que ha demostrado por su cofradía. La situación no era fácil, y la va a resolver de la mejor manera posible.

EL DETALLE. Horquillas en Compostela

El grupo de peregrinos de la Buena Muerte, ante la Catedral de Santiago de Compostela. El grupo de peregrinos de la Buena Muerte, ante la Catedral de Santiago de Compostela.

El grupo de peregrinos de la Buena Muerte, ante la Catedral de Santiago de Compostela.

Estremecedor, para algunos, es el momento en el que un nutrido grupo de 80 peregrinos hacía su entrada hace unos días en Santiago de Compostela. A golpe de bastones que emulaban ser horquillas recorrían estos peregrinos los metros finales del Camino para abrazarse al santo patrón de España. Ni cánticos, ni comentarios; silencio sepulcral solo roto por ese golpe de bastón sobre los adoquines de Compostela. Una imagen que bien recuerda a la procesión del Viernes Santo. Así llegó un año más a Santiago la cofradía de la Buena Muerte, que mantiene la iniciativa del Camino de Santiago que puso en marcha hace ya bastantes años y que en esta ocasión partió de Vigo.

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