La parroquia de San Lorenzo vuelve a tener completo su recorrido devocional. La Virgen del Pilar, que había sido retirada del culto en el mes de febrero, ya recibe de nuevo culto en el templo de la calle Sagasta, una vez culminado el proceso de restauración al que ha sido sometida en el taller de Pilar Morillo y Álvaro Domínguez.

La imagen, titular de la cofradía de Las Penas, ha regresado al culto este martes 10 de agosto, coincidiendo con la fiesta de San Lorenzo. Y con este motivo se celebró una emotiva función de acción de gracias que presidió el todavía párroco de este templo, Jesús García Cornejo, y a la que asistieron los futuros párroco y vicario (Iván Llovet y Juan Pablo Martínez, respectivamente) y una representación de la Guardia Civil (el teniente coronel Jefe de Operaciones, Luis Martín, en concreto), que tiene a esta advocación del Pilar por patrona.

El párroco de San Lorenzo, los futuros párroco y vicario y la hermana mayor de Las Penas, ante la Virgen del Pilar.

La Virgen regresó al culto entronizada a los pies del altar mayor y presentando diversos estrenos con motivo de esta intervención. Así, la cofradía ha informado que se ha restaurado la corona de plata de la Virgen, una pieza del siglo XVIII, así como la media luna, que ha sido plateada y enriquecida con nuevas estrellas en los extremos. El Niño Jesús también lucía restaurada su corona, a la que se le ha aplicado un baño de oro, y el orbe que sostiene en la mano. Y de igual modo se estrenaba una cruz de Malta, también de plata, en el pilar sobre el que se levanta la imagen, tal y como existía antiguamente. Todos estos estrenos se han ejecutado en el taller del orfebre Olmo Quirós, de Rota.

De este moto da la cofradía de Las Penas por culminada la conservación de esta imagen, cuya talla se remonta a mediados del siglo XVIII y que presentaba diversos desperfectos, desde un ataque de hongos xilófagos que pudren la madera, a numerosas puntas de alfileres metálicos clavadas en la madera por la fijación del manto o pequeños orificios se repartían por toda la superficie de la escultura.

Para solventar todos estos problemas y restaurar la talla, Morillo y Domínguez han procedido a realizar una limpieza superficial de la imagen, una desinsectación que ha llevado a cabo una empresa especializada, la limpieza química de la policromía de la escultura, la consolidación de las zonas necrosadas (afectadas por los hongos), la eliminación de las puntas metálicas, la reintegración volumétrica de las faltas de madera, el estucado de lagunas de policromía, orificios, ensambles y reposiciones, la reintegración cromática y una protección final con barnices extrafinos para una mejor protección de la imagen.

La Virgen del Pilar, restaurada por Pilar Morillo y Álvaro Domínguez.

Todo ello ha sido posible gracias a la subvención concedida por la Junta de Andalucía, que ha financiado un 80% de esta actuación. El resto se ha recaudado gracias a donativos y colaboraciones de hermanos y devotos de la Virgen del Pilar.