Uno de los grandes enigmas de la Semana Santa de 2022 es cómo responderán las cuadrillas de cargadores, qué número de personas habrá disponible para cubrir con suficientes garantías el interior de los pasos después de dos años sin procesiones en una misión tan sacrificada como la del cargador. A priori, los capataces no están teniendo especiales dificultades para confeccionar sus respectivas cuadrillas, según aseguran algunos de ellos y los propios responsables cofradieros.

“En cuestión de carga no ha habido problemas, en ninguno de los tres pasos; incluido el Resucitado, para el que estamos intentando que se incorpore gente joven”, señala el hermano mayor de Columna, Jesús Farrujia. En Sentencia incluso se mantiene abierta una amplia lista de espera para entrar en la cuadrilla del misterio, que dirige Quico Gallardo. Y Melchor Mateo, por citar otro ejemplo, tiene ya cerradas las dos cuadrillas de su cofradía del Ecce-Homo “en el día qué más pasos salen a la calle”.

Afirmaciones que hacen pensar que la carga tiene garantizada su función esta Semana Santa, a diferencia de los problemas que se conocen en otras localidades para mantener sus respectivas tradiciones a la hora de portar a las imágenes devocionales en la Semana Santa.