La hermandad del Despojado es la más joven de todas las que salen en la Semana Santa. Y a veces la juventud trae un mayor vigor, hasta el extremo que en ese tiempo han conseguido completar toda la iconografía del misterio, que salía por primera vez a la calle, y va completando poco a poco el paso. Al contrario de lo que ocurre en otras muchas hermandades, aquí da la sensación de que las cosas van a ir muchos más rápidos.

Y en una hermandad que está en un colegio y en una Semana Santa donde las cofradías gaditanas han notado un descenso en el número de penitentes más jóvenes, Salesianos sigue siendo un gran semillero para nutrir las filas de esta hermandad.

Esa juventud ya madura se nota en el momento de la salida en el pabellón de deportes del colegio. Mucha gente va y viene en un lugar con muchísimo espacio. El paso se sitúa a unos metros de la puerta. Fuera la gente iba llegando al colegio de manera paulatina una vez que asistieron a la salida de Borriquita desde la vecina iglesia de San José.

A las tres menos cuarto de la tarde las puertas del pabellón se abrieron pero antes de que la cruz de guía saliera al sol del patio, que a esa hora había una temperatura alta, el director espiritual Marcos Vázquez, se dirigía a los hermanos diciéndoles que estaba seguro que "la salida va a ser más brillante e intensa"que la última vez que hicieron estación de penitencia. En este sentido, pidió para que el Señor del Amor Despojado de sus Vestiduras acompañe nuestros pasos y podamos sentirlo muy cerca en nuestros corazones".

El paso del Despojado en su salida

En la presidencia estaba José Antonio Perdigones, que fue director espiritual y fundador de esta hermandad, que también quiso tener un recuerdo para todas las víctimas por la guerra de Ucrania. Y tras el cuerpo de acólitos, varios miembros de la Guardia Civil escoltaban el paso.

Cuando el paso del Señor se encontraba ya a punto de salir, el capataz Joaquín Cortés recordó el tiempo que han estado esperando para poder volver a salir a la calle y pidió por los hermanos de la cofradía "que están en todos los momentos de la hermandad".

Tras la dificultosa salida, empezó a sonar un clásico de la Semana Santa, Cristo del Amor', una marcha de Alberto Escámez, uno de los compositores de referencia de las cornetas y tambores. La buena Banda del Rosario de Linares (Jaén) llevó el acompañamiento musical y, a continuación, interpretó aún en el patio del colegio 'Madre' y 'Tu Estrella'.

A las tres y media el paso ya estaba situado fuera del centro escolar y encaraba la avenida María Auxiliadora para dirigirse al centro.

El problema lo tuvo al llegar a las inmediaciones de la plaza de san Juan de Dios, donde el retraso acumulado por Borriquita hizo que tuviera dos parones prolongados antes de llegar a Cristóbal Colón y encarar la calle Nueva.