Semana Santa de Cádiz 2020

Martes Santo en Cádiz: la no salida de Piedad

Piedad

Piedad / Julio González

Hermanos mayores, miembros de junta, responsables del cortejo, hermanos de toda la vida, capataces, cargadores... Hablan los principales afectados por la suspensión de las salidas de las hermandades gaditanas, que responden a dos preguntas directas:

1. ¿Cómo va a vivir o está viviendo esta Semana Santa sin procesiones?

2. ¿Cuál es su mejor recuerdo del Domingo de Ramos?

En el caso de Piedad, responden a las preguntas el hermano mayor y pregonero de la Semana Santa 2018, Juan Carlos Torrejón; y el fiscal de la corporación, Francisco Javier Pérez.

Juan Carlos Torrejón. Hermano mayor

1.  La viviré desde la nostalgia de no poder disfrutar de nuestras cofradías en la calle y con la cercanía de la gente de la hermandad. Pero también la viviré con mayor interioridad, celebrando los oficios desde las redes sociales, que tan importantes están siendo en estos momentos. 

2. Se me agolpan muchos recuerdos. Desde el estreno del palio de Lágrimas al año que hice la estación siendo pregonero de la Semana Santa. Pero sin duda me quedo es con estos últimos años en los que participan mis hijas ya más conscientes de lo que hacen. Me emociona revestirnos juntos y dirigirnos a Santiago. Y es cuando pienso que de verdad algo estaremos haciendo bien.

Francisco Javier Pérez. Fiscal

1. Yo voy preparando la Cuaresma y la Semana Santa desde agosto. Los itinerarios, los horarios, los cultos internos… Todo lo tenía preparado junto a la Mayordomía. Pero nuestro día grande ya no lo pudimos tener al celebrarlo el quinto domingo de Cuaresma, que ya estábamos en el confinamiento; aunque hemos celebrado el quinario por las redes sociales. Las procesiones, pues te imaginas que es una Semana Santa de lluvia.

2.  Mi mejor recuerdo necesita un poco de historia. Ocurrió en 2009. Mi hijo nació un lunes 23 de marzo, y a los pocos días tuvimos que ingresarlo en la UCI de Neonatología del Puerta del Mar, donde estuvo hasta el 7 de abril, que era Martes Santo. Sobre las dos de la tarde nos dieron el alta, y volviendo a casa pasamos por la Catedral y mi mujer dijo de acercarnos a la cofradía. Cuando nos vieron llegar hubo mucha alegría, y lo primero que hizo mi hijo fue ver a los titulares. Luego me vestí y salí, de fiscal de palio. En la salida tuvieron el detalle de pedir por la salud de mi hijo y dedicarle la primera levantá. Nunca olvidaré ese Martes Santo.

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