Cádiz nazarena. La ciudad que se rinde ante el Regidor Perpetuo o que blanquea la franciscana tarde del Lunes Santo ya aplaude a la Obediencia de la Merced. Un nuevo Nazareno, una nueva imagen procesional, otra cofradía que se suma a la Semana Santa de Cádiz en las vísperas más intensas que ha tenido nunca, como antesala perfecta para lo que está por venir desde este Domingo de Ramos.

La primera salida procesional del Nazareno de la Merced, un nuevo milagro cofradiero gestado en poco más de 40 días, reunió a numeroso público que desde primera hora de la tarde se echó a la calle en busca del barrio de Santa María y, sobre todo, de la bajada de la calle Merced. Y eso que la salida coincidía con un atractivo Cádiz Sevilla en el estadio Nueva Mirandilla.

Un hito en la historia de la Semana Santa que congregó en el interior del templo a numerosos rostros conocidos, todos ellos amablemente atendidos por un hermano mayor, Gabriel Parodi, veterano curtido en mil batallas cofradieras que vivía con intensidad los momentos previos a la salida. Hasta allí se desplazó el alcalde de la ciudad, José María González Kichi, invitado especial de una salida con la que tiene tanta relación y tanta responsabilidad; acompañado de la concejala de Cultura y Fiestas, Lola Cazalilla; y de un séquito político, vaticinio de la causa electoral que está a la vuelta de la Semana Santa, con candidatos, asesores y fotógrafos por doquier.

También acudieron el presidente del Consejo, Juan Carlos Jurado; el pregonero de la Semana Santa, Fernando Pérez; el miembro de la delegación diocesana y hermano mayor de Vera-Cruz, Emilio Bienvenido; el imaginero Luis González Rey, que restauró la imagen en 2019 y le hizo el nuevo cuerpo que le ha permitido procesionar; o veteranos cofrades como Paco Alonso, Juan Laluz; o Enrique Láinez.

Momento en que la cruz de guía de la Merced sale a la calle.

El primer aplauso de la tarde llegó cuando se ordenó la apertura del templo. Y mientras el cortejo de aires mercedarios iniciaba su caminar, la responsable de la Fundación Cajasol en Cádiz, María del Mar Díez, ordenaba la primera levantá del paso, en un gesto de agradecimiento de la hermandad hacia la institución que costeó esa restauración de González Rey que ha permitido llegar a este Sábado de Pasión.

Con el paso de la Madre del Buen Pastor totalmente echado al suelo, sin patas, se realizaba la maniobra de salida para recibir el fuerte aplauso de una plaza de la Merced que daba la calurosa bienvenida a la Semana Santa, aunque sea en sus vísperas, a un nuevo Nazareno, el de la Obediencia, que iniciaba sus andares al compás de la marcha Nazareno del Amor interpretada por Polillas y tras una primera levantá de a cargo de Eduardo Domenech, fundador de la cofradía del Lunes Santo y un histórico de la Merced que en su día gestionó la llegada al culto de la imagen de Cosme Velázquez.

Eduardo Domenech da la primera levantá del paso en la calle.

En el cortejo, además del buen corte de los hábitos, llamaba la atención la presencia de representaciones. Con túnica y capirote marchaban hermanos de Cigarreras, Siete Palabras, Sentencia (en este caso representada por su hermanos mayor, Alfonso Cañuelo) y Nazareno. Y junto a ellos la hermana mayor de la Madre del Buen Pastor, María José Novo, en representación de una corporación que ha sido también fundamental para esta primera procesión, al ceder el paso procesional que a las órdenes del veterano Jacinto Dodero, con dos cuadrillas de cargadores y con el acompañamiento de Polillas permitió la primera procesión por Cádiz del Nazareno de la Obediencia.