Lo que desde hace trece años era habitual entre el cuarto viernes de Cuaresma y el Domingo de Resurrección pasará a ser permanente los 365 días del año. Lo que en 2008 se convirtió en solución provisional para la salida procesional en Semana Santa va a terminar por convertirse en casi la única alternativa posible. La hermandad de Las Aguas vuelve a cambiar de sede canónica, por cuarta vez en 77 años de historia, y se trasladará a la parroquia de Santa Cruz.

La propuesta elevada a cabildo por la junta de gobierno que preside Manuel Castro ha recibido este sábado el mayoritario respaldo de los hermanos, que han acudido en un elevado número a la importante convocatoria (113 votos registrados de un censo que ronda los 400 hermanos). En concreto, 81 hermanos han apoyado con su voto (emitido en secreto mediante papeleta introducida en urna) el cambio de sede canónica, frente a 31 que han rechazado el cambio. Un único hermano, por su parte, no ha tomado parte en tan trascendente deliberación, emitiendo un voto en blanco.

Es decir, que el 71,5% de los hermanos asistentes (y en torno al 20% del censo de hermanos convocados al cabildo) ha mostrado su acuerdo a que la cofradía abandone la iglesia del Pilar trece años después de su llegada al colegio marianista.

Una vez adoptada la decisión formal por parte de la hermandad, se iniciará ahora la tramitación oportuna que desembocará en el traslado de las imágenes titulares a Santa Cruz. Algo que será cuestión de semanas o meses, los que se necesiten para que, en primer lugar, el Obispado decrete el cambio de sede, posteriormente la cofradía acometa las obras de adaptación que requiera el lugar donde pasarán a recibir culto en la Catedral Vieja, y cuando todo eso esté se concrete un día y una hora para celebrar ese traslado.