La vuelta al mundo sin salir de La Buhardilla de San Fernando
Este negocio se ha convertido en toda una referencia gracias a sus exitosos talleres de cocina internacional
San Fernando se pone ‘cookie’ y le echa dulce al verano
Viajar y conocer mundo sin salir de San Fernando y a través de la gastronomía de distintos países. Eso es lo que ofrece La Buhardilla, un negocio isleño que se ha convertido en referencia para muchos gracias a sus talleres temáticos de cocina internacional. Y es que con eso de aprender a cocinar, y luego devorar, los platos característicos de otras latitudes y continentes pasa como con aquel famoso baptisterio romano del Siglo I: ¿a quién no le va a gustar?
Es prácticamente imposible resistirse a saber como preparar platos tan exóticos como el sushi o las arepas o a desentrañar los secretos que se encuentran detrás de una buena pizza o una de esas smash burger que ahora marcan tendencia. Y por eso cada vez que desde La Buhardilla se lanza un calendario de talleres las plazas para muchos de ellos se agotan en cuestión de días. Y más desde que se han popularizado las tarjetas regalo.
De los tornillos a los fogones
Curiosamente, la historia de La Buhardilla no empieza entre fogones y sartenes, sino entre tuercas y tornillos. Así lo explica Ana Isabel Prieto, gerente del establecimiento junto a Juanma Borrego. “Me formé en Turismo y trabajé en un hotel y en una agencia de viajes en la ciudad. Luego estudié Publicidad y Relaciones Públicas y estuve trabajando en Barcelona en una empresa, pero con la crisis de 2008 llegaron los recortes y tuve que regresar a San Fernando. Mi padre era representante de ferretería y le acompañé en su trabajo hasta que me surgió la oportunidad de quedarme con un negocio de ferretería en la calle Colegio Naval Sacramento”, relata Ana Isabel.
“Allí estuve diez años y, poco a poco, cada vez había menos tuercas y tornillos en la tienda y más material de cocina. Un material que yo iba probando y que reseñaba en un blog. Tenía claro que lo que a mi me gustaba era la cocina y que mi futuro pasaba por ahí. Me enteré que este local en la calle Real se había quedado libre y pensé que era ideal para mis planes. La Buhardilla abrió sus puertas en 2019 y en 2020 vino la pandemia, por lo que durante un tiempo hubo que centrarse en la parte de tienda, ya que también ofrecemos todo tipo de menaje de cocina, y dejar a un lado los talleres”, continúa la divulgadora gastronómica.
Una vez pasada la pandemia fue cuando llegó el momento de apostar por los talleres y cuando el negocio experimentó un claro punto de inflexión. Un antes y después en el que también tuvo mucho que ver la llegada de la otra pata fundamental de este negocio: Juanma, que cambio su puesto en una empresa de instalación de placas solares en Málaga por este nuevo reto. Además, él ya contaba con experiencia en el sector de la hostelería y como cocinero.
Ana Isabel cuenta que, en un primer momento, empezó con la repostería y que luego fue probando lo que iba funcionando mejor. “Lo cierto es que lo exótico siempre ha tenido mucho éxito. Siempre ha gustado entre la clientela el sushi, la cocina asiática y todo lo relacionado con Japón. Aunque ahora mismo el de smash burgers es nuestro taller más vendido. A mi desde siempre me ha interesado la historia, viajar y conocer los distintos entornos socioculturales. Esas experiencias te enriquecen como persona”, detalla la emprendedora, que, por si fuera poco, también lleva la web (www.labuhardillacocina.com) y las redes sociales.
Equipo de investigación
Los responsables de La Buhardilla aclaran que no dejan nada a la improvisación y que cada taller tiene un gran trabajo de investigación detrás, mucha lectura y mucha consulta. “Le he tenido que poner más baldas a Ana en casa, porque ya no le caben los libros”, bromea Juanma.
Pero el resultado siempre vale la pena. “Es una enorme satisfacción ver como la gente aplaude cuando termina un taller, como se van contentos, como repiten y como te contestan las newsletters contándote como sorprenden a los suyos con recetas que aprendieron con nosotros. Hay un rollo muy familiar en nuestros talleres. Después de aprender llega el momento de disfrutar de lo cocinado y se hace en un ambiente amable, entre amigos y familiares y compartiendo una experiencia única”, explica Ana Isabel.
Con estos talleres también se busca educar gastronómicamente a los participantes y que estos sepan detectar cuando se les da gato por liebre en un restaurante intentando hacer pasar por casero un plato precocinado.
Nuevos retos
Hasta final de año La Buhardilla repetirá talleres y empezará a idear otros nuevos para la próxima temporada, siempre pendiente de las tendencias. Además, Ana Isabel y Juanma barajan reformar la cocina del local y comenzar a ofrecer talleres a domicilio.
También te puede interesar