¿Por qué un templete para la Virgen de los Servitas en la Semana Santa de San Fernando?
Hace 30 años que la Orden Seglar de los Siervos de María optó por rescatar la estructura en forma de cúpula que había sido la forma habitual de procesionar en La Isla
Horarios e itinerarios del Miércoles Santo en la Semana Santa de San Fernando 2025
Guía de la Semana Santa de San Fernando 2025: horarios, itinerarios y hermandades

San Fernando/Lejos de repetir los patrones estéticos habituales, la Orden Seglar de los Siervos de María (Servitas) muestra cada Miércoles Santo una de las grandes peculiaridades de la Semana Santa de San Fernando: el paso de templete, que ha pasado a convertirse en toda una seña de identidad de uno de los cortejos más particulares de La Isla y también de una de esas singularidades cofrades de las que presume la localidad.
Fue en 1995 cuando los Servitas estrenaron dicha estructura, que fue realizada en los prestigiosos talleres de Manuel Guzmán Bejarano. Y en su día fue uno tema de los más controvertido. Pero, ¿por qué un templete para la Virgen? Pues porque la orden seglar, que allá por mediados de la década de los 90 afrontaba la renovación estética del cortejo, quiso rescatar la imagen en la que habitualmente procesionaban las dolorosas en la localidad durante el siglo XIX y hasta bien entrado el siglo XX. De hecho, el primer paso de palio que llegó a San Fernando -de la Virgen de las Lágrimas- se estrenó en 1940, en plena época de resurgimiento cofrade tras la Guerra Civil.
Así que la idea era rescatar -y también actualizar- aquella forma de procesionar que había sido tradicional de La Isla y, al mismo tiempo, reforzar ese sello personal y esa identidad resultante de la fusión entre la Orden Tercera de los Servitas y la hermandad de Mater Amabilis en 1977. Porque aquí, conviene recordar, no hablamos de una hermandad como tal -aunque procesione en Semana Santa y adopte muchas de sus maneras y costumbres- sino de otra cosa: una orden seglar.
Fue también en esos años de mediados de los 90 cuando se apostó por sacar también en procesión a las imágenes de San Juan y de María Magdalena portadas en parihuelas, si bien ambas tallas dejaron de salir al cabo de unos años. El propósito era recuperar elementos tradicionales de la Semana Santa isleña e incorporarlos al cortejo. Y el templete, a diferencia de las parihuelas con los santos, no solo se quedó sino que gustó y sigue gustando al conferirle dicha cúpula una especial elegancia a la dolorosa.
En 2009, con motivo del 250 aniversario de su fundación, se estrenó un nuevo paso para la Virgen de los Dolores, por supuesto, conservando el templete. Manuel Guzmán Fernández inició la talla, que actualmente se continúa en los talleres de Manuel Oliva. Este año, precisamente, se completa el canasto.
También te puede interesar
Lo último