La segunda subasta del hotel Salymar en San Fernando, con un valor de 2.488.843,31 euros, ha quedado también desierta al no haber recibido ninguna puja durante el plazo de presentación de ofertas. 

El proceso tramitado por la vía de apremio por el Juzgado Mercantil número 4 de Madrid a raíz del concurso voluntario de la mercantil Salymar Hoteles 22 SL concluyó en la tarde del pasado día 13 sin que se hubiese presentado ninguna propuesta. 

La subasta afectaba a la concesión del céntrico hotel isleño, no al inmueble en sí, que es de titularidad municipal, como el propio Ayuntamiento de San Fernando se encargó de matizar al salir la primera subasta en en septiembre. 

Se trata de la segunda tentativa que se ha llevado a cabo en este sentido durante este otoño ante la grave situación económica de la concesionaria y, como ocurriera ya la primera vez, ningún operador o inversor ha mostrado su interés en hacerse con la gestión de este inmueble de uso hotelero por el momento. 

Fue el PP el que en el pasado mes de octubre diera la voz de alarma al dar a conocer que unos días antes se había subastado el hotel Salymar, lo que disparó las dudas acerca del futuro de este establecimiento. 

Por su parte, la alcaldesa, Patricia Cavada, se mostró confiada en que el hotel simplemente "cambiaría de manos" y pasaría a ser gestionado por otro operador "en esta o en próximas subastas", según advirtió entonces la regidora descartando por completo el posible cierre del establecimiento a raíz de las dificultades económicas de la concesionaria.

El hotel Salymar, precisamente, fue edificado a iniciativa del Ayuntamiento cuando La Isla no tenía ningún establecimiento hotelero a fin de que la ciudad tuviera un edificio de estas características para dar alojamiento a turistas y visitantes. 

La actual crisis que afecta al Salymar llega justo 20 años después de la reapertura que se llevó a cabo tras una importante remodelación del inmueble, que se afrontó justo tras el fallecimiento de la persona que había estado al frente del hotel desde su inauguración en 1967, José Puya.

Tras la primera subasta, que se saldó sin recibir pujas, el Ayuntamiento advirtió de que había tenido conocimiento de un error en el expediente al incluir el inmueble en sí -que es titularidad municipal- y no la concesión, un fallo que presumiblemente se corrigió en la segunda subasta. 

Este segundo proceso se inició el pasado 3 de noviembre para suspenderse temporalmente pocos días después, el 10. El día 30 se reanudó la subasta, que finalmente concluyó el 13 de nuevo sin recibir pujas.