Los perros patrullan el centro
La unidad canina de la Policía Local realiza labores de seguridad por las zonas comerciales de la ciudad y en Bahía Sur durante estas navidades
San fernando/Muchos ciudadanos se habrán extrañado estas navidades al ver por las calles comerciales del centro de San Fernando o por las galerías de Bahía Sur a dos agentes de la Policía Local de San Fernando patrullando con sus perros. Es una medida más de seguridad que se ha aplicado de nuevo este año -el año pasado también se dio el caso, aunque pasó más desapercibida- durante la campaña de compras de estas fechas. Ayer mismo, los agentes Francisco Aguilar y Joaquín Coronilla, que conforman la unidad cinológica de la policía municipal, realizaron por la tarde una de estas vigilancias, ante la expectación de quienes se veían sorprendidos por esta poco habitual estampa y de aquellos que ya la habían vivido. "No están acostumbrados, nos preguntan qué ocurre, pero una vez se habitúan están cómodos", explican contentos con el resultado de esta experiencia.
La unidad canina de la Policía Local de San Fernando se creó en 1986, "compraron un pastor alemán que costó unas 100.000 pesetas", cuenta Aguilar sobre los orígenes de una unidad que disfruta de un gran prestigio. No en vano atienden constantemente a los requerimientos de otras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para registros en domicilios o barcos donde se busca estupefacientes. "Nos llama Guardia Civil, Vigilancia Aduanera...; y Policía Nacional, aunque ahora menos", apunta Francisco. De tener un perro al principio para estas funciones actualmente trabajan con cinco: un pastor alemán, dos perros de agua y dos pastores belgas malinois. Estos dos últimos precisamente son los que están desarrollando las labores de patrulla junto a los agentes por las calles de la ciudad y por el centro comercial de Caño Herrera, dado que tienen las características adecuadas para la doble especialidad en la que llevan implicados en torno a dos años. "Decidimos adiestrar a los perros para que cumplieran esa doble función, por un lado detección de drogas y por otra vigilancia, protección e intervención. Es una forma de optimizar recursos", explica Joaquín Coronilla, responsable de la unidad.
Estos dos canes son animales fuertes, de cáracter, según Coronilla; equilibrados, familiares, según Aguilar, que si los activan intervienen rápidamente para solucionar el problema que se haya creado. Normalmente ambos van de paisano, pero estos días ha vestido de uniforme y con los perros han transmitido una imagen de seguridad que ofrece tranquilidad al ciudadano, precisamente lo que se pretendía con esta medida. "No es lo mismo que te vean uniformado y con el perro, una vez que se acostumbran generas más sensación de seguridad", abunda en este asunto Aguilar, que reconoce que comerciantes y asociaciones de vecinos han mostrado su satisfacción por esta medida.
De la expectación han pasado a las explicaciones y finalmente a provocar colas para contemplar e incluso tocar a los animales. "Con eso de la patrulla canina [se refiere a la nueva sensación entre los más pequeños de la casa, que disfrutan de dibujos, juguetes o música, sin ir más lejos] los niños estaban entusiasmados y para evitar que los perros se pusieran nerviosos sólo hemos dejado que los acariciaran los más pequeños, ningún adulto", detalla el responsable de la unidad después de varias jornadas de trabajo. El revuelo era compensible dado que no es común ver esta forma de seguridad en La Isla; sí se da, puntualizan, en otras ciudades como Málaga, Granada, Madrid o Barcelona.
Estos perros multitareas son poco habituales en España donde no se estila esa doble especialidad de participación en funciones antidroga y en actuaciones de seguridad. "Solo dos policías lo hacen en España. Es más normal en Europa donde da grandes resultados", expone Joaquín Coronilla, que reconoce que la unidad cinológica de San Fernando siempre había estado centrada en la especialidad de perros detectores de estupefacientes. No fue hasta hace dos años que comenzaron a trabajar en esta posibilidad, gracias a la ayuda de Daniel Moreno, que se dedica profesionalmente al adiestramiento de perros y que colabora con ellos en el entrenamiento de los canes. "Nosotros estamos titulados por la Escuela de Seguridad Pública de Andalucía para trabajr con perros para detección de drogas y él se encarga de formarlos para el tema de la seguridad", matiza Francisco Aguilar. Moreno cuenta con un centro de cría y adiestramiento (Capsid), vende perros adiestrados tanto en Estados Unidos como en Europa y da clases en academias de cuerpos de seguridad. No es el único tanto Aguilar como Coronilla también están implicados en formación para otros cuerpos.
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