Nace el proyecto Esperanza, un compromiso a la altura de una coronación que hará historia en San Fernando

La hermandad de la Expiración se implica personal y económicamente en el sostenimiento de un alojamiento impulsado por las Hijas de la Caridad para las mujeres que han sido víctimas de la trata y de la explotación sexual y para sus hijos

La Virgen de la Esperanza se coronará en el Panteón de Marinos Ilustres: todo el programa de actos previsto en San Fernando

La imagen de María Santísima de la Esperanza, que será coronada el 25 de octubre en San Fernando
La imagen de María Santísima de la Esperanza, que será coronada el 25 de octubre en San Fernando / Germán Mesa

Una coronación canónica es siempre motivo de dicha en el seno de una hermandad -qué duda cabe- pero también exige a sus hermanos un plus, un mayor compromiso en esa dimensión del culto y la devoción popular que va más allá de los pasos en la calle para tender la mano a aquellos que más lo necesitan. Afortunadamente, en San Fernando es algo que los cofrades tienen bastante claro a tenor del incensante trabajo de sus bolsas de caridad. Y buena prueba de todo esto es el proyecto social que pondrá en marcha la hermandad de la Expiración con motivo de la coronación de su titular, María Santísima de la Esperanza, que se llevará a cabo el próximo 25 de octubre en el Panteón de Marinos Ilustres.

Es, podría decirse, la otra cara de la coronación, la que no huele a incienso pero mide también la altura de una hermandad, porque no puede haber un acontecimiento cofrade histórico -como lo será el próximo 25 de octubre- si en paralelo no se ve ese compromiso cristiano y social.

Además, en este caso, el proyecto que ya ha puesto en marcha la hermandad -bautizado con el nombre de Esperanza- toca un campo en el que hasta ahora ninguna cofradía ha trabajado. Concretamente, la iniciativa pasa por ayudar a las mujeres que han sido víctimas de la trata y de la explotación sexual, que han podido ser rescatadas de ese infierno y que intentan rehacer sus vidas para poder abrirse paso en la sociedad.

La iniciativa encaja, precisamente, dentro del trabajo que las Hijas de la Caridad llevan a cabo con ellas en la ciudad de Cádiz, donde se ha puesto en marcha un piso tutelado que viene a ser -para ellas y para sus hijos- el paso intermedio en ese regreso a la normalidad, una especie de refugio donde son atendidas mientras recuperar el control de sus vidas, encuentran trabajo y -ese es el objetivo final- se integran con total normalidad en la sociedad.

La participación de la hermandad de la Expiración ha sido decisiva para la puesta en marcha de la iniciativa. No solo se colabora económicamente con el sostenimiento del piso y con becas para cubrir los gastos en la educación de los niños sino que también hay una implicación personal de voluntarios que acuden a echar una mano o, simplemente, a acompañar. Así lo cuenta David Gutiérrez Vázquez, que ha sido uno de los miembros de la junta de gobierno de la cofradía que ha estado trabajando en el proyecto. El pasado jueves, durante la presentación de los actos de la coronación canónica de la Virgen de la Esperanza, se encargó también de dar a conocer con detalle en qué consiste esta iniciativa. Un compromiso que está a la altura de una coronación y cuya continuidad en el tiempo supone todo un reto para la hermandad. "Nos exije mucho pero es reconfortante", explica.

El proyecto empezó a tomar forma durante la misión parroquial que se llevó a cabo en 2024, dentro de los preparativos para la coronación canónica. Ahí fue donde entraron en contacto con la congregación de las Hijas de la Caridad en Cádiz y la hermandad conoció de primera mano su trabajo -ya cuentan con otro pisos asistencial en la capital gaditana- y lo que entonces era un sueño, que ha terminado por materializarse con el nombre del proyecto Esperanza. Actualmente, hay ya dos mujeres víctimas de la trata que están acogidas con sus hijos.

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