Durante el confinamiento, a partir de los meses posteriores de desescalada de la limitaciones en la primera oleada del covid-19, tras el verano o ahora que se acercan las fechas navideñas, los hosteleros de San Fernando buscan fórmulas para complementar su actividad, afectada por las limitaciones de las autoridades sanitarias en los horarios y del espacio que puede usarse en los locales. Mantener su negocio a flote es el objetivo de la puesta en marcha de nuevos servicios, que no tenían implantados hasta ahora, como la recogida de pedidos o el reparto a domicilio, para adaptarse a los tiempos adversos del covid-19.

"Empezamos con estas opciones en mayo, tras la primera ola del coronavirus y, aunque en verano se cortó un poco porque la gente sale más, ahora con esta segunda oleada vuelve a funcionar", comenta Lolo Picardo, gerente de la Venta de Vargas, que habla tanto de llevar la comida a casa del cliente –a través de Telellevo– como del take-away. Adaptan para estas opciones la comida del restaurante, y de esta forma cuentan con un complemento que ayuda en algo al negocio. Lo hicieron en el primer estado de alarma los detallistas de los dos mercados isleños para contrarrestar las restricciones de movimiento.

"Desde luego no sustituye al restaurante abierto", señala Lolo Picardo, por lo que supone contar con menos personal (dos personas), pero la intención de este señero establecimiento es que se quede para siempre. "La situación ha acelerado una implantación ya planteada", aclara.

El cambio de la Junta de Andalucía hace una semana de horarios, al permitir que la hostelería continúe abierta para servir pedidos en los locales hasta las 21.30 horas, se ha acogido como una buena medida. "Nosotros teníamos abierto el servicio a domicilio de una a cuatro y de ocho a diez y media, y ahora el cliente también puede hacer el pedido y recogerlo hasta las nueve y media", pone de ejemplo Picardo.

Algunos hosteleros han puesto en marcha el reparto a domicilio y la recogida en el establecimiento como "complemento" a su actividad limitada

La Asociación Isleña de Hostelería y Turismo (Asihtur) considera que este nuevo horario al que puede acogerse la restauración con los pedidos que los clientes hagan para recoger en el local contribuye a dar "cierta tregua" al día a día de un sector profundamente afectado por las limitaciones y restricciones. El presidente de la entidad, Antonio V. Páez, reconoce la comprensión mostrada por la clientela ante las nuevas medidas y restricciones y la capacidad mostrada por los hosteleros isleños para adaptarse a las circunstancias, potenciando los servicios de entrega a domicilio y apostando por la recogida en local.

Javier Moreno de los Reyes, de la Marisquería 3x5, intentó salvar el negocio con estas alternativas durante los meses en que todo estaba cerrado y "fue bastante bien". Se quedó él solo para atender los encargos y los trabajadores estuvieron en ERTE (expediente de regulación temporal de empleo).

Ahora sigue adelante con estas modalidades de venta y "todos los días salen pedidos" –ya sea de manera directa o través de la aplicación Just Eat– que ellos mismos reparten. "No es lo mismo que estar abiertos normal, pero es un complemento", reconoce coincidiendo con la Venta. Algunos negocios de restauración se incluyeron en la guía de comercios activos que podían atender en el local, pero también mandaban los pedidos a casa o para recoger, que difundió el Ayuntamiento por las redes sociales.

Asihtur destaca la capacidad mostrada por los hosteleros isleños para adaptarse a las circunstancias

Fue después del verano cuando Miguel Ángel López, del Bodegón de Miguel, decidió ofrecer surtidos asados y paella (con paelleras de aluminio, lo que evita el pago de fianzas por parte del cliente) a domicilio que los domingos funcionan bien. También se ha animado con los platos de su carta, adaptada a este servicio, y el menú del día, "guisos caseros y sopas". Usa para ello las plataformas Just Eat y Glovo y ha notado que tiene clientes nuevos. "Es algo diferente a lo que está acostumbrada la gente", admite, pero parece que funciona.

Esa falta de costumbre de los isleños por pedir a domicilio este tipo de comida es lo que hace reticente a José Antonio Galea con los platos de su carta al dudar de que le rente el despliegue de medios. Por eso, ahora mismo ha optado por poner en marcha estos servicios, "después de darle vuelta para Navidad". De hecho su enfoque parte de esa idea puesto que la oferta se centra en carnes rellenas al horno, elaboraciones pensadas para las celebraciones de las fiestas navideñas que ha adelantado a estas semanas. "A quien llama también le ofrecemos nuestras croquetas y otros platos típicos nuestros", detalla el dueño de Las Cositas Buenas de Galea. Toman nota de los encargos un día antes por teléfono y el cliente puede optar por que se lo lleven a casa o por acercarse al local. "Con las limitaciones en el interior al 30%, sin barra, teníamos que buscar alternativas", expone